La saga de Juan Román Riquelme puede terminar de la manera más humillante para el jugador, que se ha negado a aceptar cualquier otra alternativa que no fueran el Barcelona o su regreso a Boca, y que en cambio tendría que ir a ocupar el hueco que otro argentino deja en un equipo de inferior nivel. Riquelme cubriría el puesto que Ariel Ibagaza deja vacante en el Mallorca. El ex jugador de Lanús pasará al Atlético de Madrid, que lo contratará después de mostrar interés en él durante toda una temporada.
En estas circunstancias, el Mallorca, ganador de la Copa de España, quiere hacerse con los servicios de un armador de juego del mismo nivel que Ibagaza antes de dejarlo ir. El Barcelona propuso entonces al club isleño el traspaso o la cesión de Riquelme.
El representante del jugador, Daniel Bolotnicoff recibió propuestas de Mallorca y también del Murcia. Pero la entidad catalana, a través de su vicepresidente Sandro Rosell, ha reconocido sus preferencias por la opción mallorquí, al tratarse de una cesión por un año. El Murcia ofreció la propuesta más atractiva desde el punto de vista económico, 800 mil euros por una temporada.
Rosell está convencido de que Riquelme tiene más opciones de explotar en el Mallorca y convertirse así en pieza de prestigio la próxima temporada, cuando debería regresar al Barcelona.
Sin embargo, el jugador deberá analizar ahora tanto la propuesta mallorquí como la del Murcia, un recién ascendido, y exponer su opinión a los responsables de su actual club. Las negociaciones, de todos modos, se realizan con la premura a la que obligue el cierre del plazo de inscripción de jugadores en la Liga, el viernes.
Riquelme se encuentra actualmente apartado de los entrenamientos del primer equipo del Barcelona, aunque el club ya lo convenció de que la mejor opción era la cesión a un equipo europeo y no a Boca, como era su preferencia.