“La mayoría de esos tiros se van afuera.” El golazo que le marcó a Quilmes le abrió a Cristian Ledesma la posibilidad de jugar un año más en River. “Alguna vez me vieron como terminado, alguien que ya que no podía jugar; era el último partido y se me vinieron muchas cosas a la cabeza”, reconoció el volante de 34 años, que se quedará para la disputa de la Copa Libertadores, en el primer semestre del año que viene.

Ledesma consideró que era “lo más justo” que River ganara el título al argumentar que el equipo ganó “partidos claves” y fue “el más parejo dentro de lo irregular que resultó el campeonato”. Y afirmó: “Después de Boca, el equipo tomó más fuerza y por eso fue el partido del campeonato; los chicos hicieron un gran esfuerzo y fue

inolvidable”, expresó el volante, que también aludió a la victoria 1-0 ante San Lorenzo, por la quinta fecha, como “muy importante” porque River venía de dos caídas consecutivas, ante Godoy Cruz y Colón. “Tuvimos mucha presión, pasamos eso y supimos que estábamos para algo más.”

A principios de la temporada estuvo cerca de abandonar el club e incluso se sumó con retraso a las prácticas por la indefinición de su contrato en Núñez. Ledesma valoró tanto el trabajo del entrenador Ramón Díaz como el de su ayudante de campo, su hijo Emiliano. “Ramón es el DT que más confió en mí, trato de devolverle la confianza, y eso es importante para el jugador, más cuando llegás a cierta edad”, afirmó. “Que Emiliano sea el hijo pasa a ser secundario, no nos fijamos en eso. El también pasó por muchos momentos, aprendió y fue fundamental para nosotros adentro y fuera de la cancha: trabaja mucho y lo valoramos.”