Flushing Meadows está a pleno. Ayer, los tenistas argentinos vivieron distintas sensaciones en una nueva jornada del Abierto de Estados Unidos, el último Grand Slam del año. Entre los hombres, David Nalbandian accedió a la segunda ronda, mientras quedaron eliminados Gastón Gaudio y José Acasuso. Por el lado de las mujeres, Paola Suárez pasó con éxito a la próxima instancia. A última hora, Mariano Zabaleta jugaba con un duro rival, el local James Blake.
Nalbandian, 13º favorito, le ganó 6-4, 7-6 (7-4), 6-3 al alemán Phillipp Kohlschreiber; el misionero Acasuso cayó 5-7, 6-3, 6-3, 2-0 y abandono ante el suizo Roger Federer, segundo favorito, debido a problemas físicos; mientras que Gaudio perdió categóricamente 6-3, 6-3, 6-2 ante el chileno Nicolás Massú. Más tarde, la pergaminense Suárez, 24ª preclasificada, superó con mucha seguridad y contundencia, por 6-1, 6-0, a la venezolana Milagros Sequera, confirmando su excelente momento en singles.
El triunfo de Nalbandian fue sorpresivamente muy trabajado, sobre todo teniendo en cuenta que lo obtuvo ante un rival que venía de la clasificación. El argentino reconoció las dificultades y las atribuyó al hecho de que no conocía a su rival: “Desconocía su estilo. El empezó jugando muy bien, pero cuando mejoró mi nivel se puso nervioso y eso me permitió encaminarme al triunfo”, dijo el cordobés, 13er. favorito. En segunda ronda, Nalbandian jugará con el finlandés Jarkko Nieminen.
En el caso de Gaudio, su gran cantidad de errores no forzados (52 contra 27 de su rival) fue uno de los factores principales de la derrota. Contrariamente, Massú se mantuvo sereno y concentrado a lo largo del partido. “Hoy me ponen a mi mamá y pierdo”, dijo un decepcionado Gaudio al final del partido. “Estaba totalmente negado, no encontraba la salida y el partido se me iba a cada momento”, añadió Gaudio, sin querer comentar el juego de su rival: “Pregúntale a él, yo no sé cómo juega Massú”, respondió en la conferencia de prensa.