Tras la pesadilla, se hizo la luz. Una luz de treinta puntos. Después de las sombras que dejó en el ánimo y en el rendimiento el increíble partido perdido ante Venezuela el miércoles, anoche los de Magnano hicieron (bien) los deberes. Así, Argentina derrotó anoche a República Dominicana por 102-72, se clasificó para las semifinales del Preolímpico de Puerto Rico y evitó enfrentar en esa instancia al poderoso Dream Team. Los parciales del partido jugado en el Coliseo Roberto Clemente de San Juan de Puerto Rico fueron: Argentina 25-Dominicana 18, 49-31, 77-44 y 102-72. El próximo partido será el sábado a las 21. El mejor escenario posible.
Argentina llegó al encuentro de anoche con la obligación de ganar para seguir luchando por una de las tres plazas para los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, luego de la victoria en el primer turno de Venezuela ante Canadá. Si no ganaba, podía quedarse afuera. Y fue con todo. En el primer cuarto del encuentro ya Emanuel Ginóbili revirtió la deslucida imagen que había mostrado en el torneo y tuvo una planilla perfecta en sus lanzamientos para sumar 11 de los 25 puntos de Argentina, que ganó el parcial por siete unidades. Más allá de la diferencia de calidad entre los dos equipos, el conjunto de Rubén Magnano siguió mostrando en el inicio varias desatenciones en la defensa y algunas decisiones poco inteligentes en los ataques. Uno de los mejores jugadores argentinos en el torneo, Andrés Nocioni, cayó hoy en errores infantiles, al cometer tres faltas (la última técnica) en los primeros cuatro minutos, por lo que debió ser reemplazado por Federico Kammerichs. En el segundo cuarto, con una presión efectiva en toda la cancha, Argentina desnudó las falencias de su rival y en cinco minutos logró un parcial de 16 a 1 para escaparse en el marcador por 41 a 19. El primer tiempo terminó 49 a 31 para Argentina, que tuvo cuatro pérdidas, aunque una baja eficacia en triples (5-16)
Después del descanso largo, Argentina terminó con las dudas que hacían peligrar su clasificación para semifinales y finalizó el tercer parcial 77 a 44 con un goleo bien repartido ante un oponente que no sirve como medida para el próximo encuentro ante un rival mucho más duro. El último cuarto fue solamente para cumplir con el cronómetro, ya que Argentina había consolidado la ventaja y los dirigidos por Héctor Báez no tenían armas para acercarse.
Argentina logró el triunfo que necesitaba. Ahora debe esperar a Canadá o Puerto Rico en semifinales: si gana, a la final y a Atenas; si pierde, irá por el tercer puesto y el tercer boleto.