San Antonio, con la presencia de Emanuel Ginóbili, buscará esta noche consolidar la diferencia y adelantarse 2-0 en la serie final de la NBA que sostiene con el campeón vigente, Miami Heat. El partido se jugará otra vez en el AT&T Center –con el aire acondicionado reparado–, a partir de las 21.00 (televisará ESPN).

En el primer encuentro, el conjunto texano obtuvo un convincente triunfo 110-95, aprovechando la baja del astro LeBron James, que se retiró con un calambre por deshidratación, cuando restaban cuatro minutos para el cierre y el encuentro era sumamente parejo. Precisamente, la presencia o no del astro de Miami para esta noche se convirtió en una suerte de “cuestión de Estado” en el campamento de los dirigidos por Erik Spoelstra, que dominaron el Este, tras derrotar en la final de Conferencia a los Indiana Pacers de Luis Scola (4-2). Sin embargo, el propio protagonista tranquilizó a todos los aficionados al Heat. “No se preocupen. Estaré al ciento por ciento para el partido del domingo”, afirmó James, dando por sentado que estará en la formación inicial.

Enfrente, Spurs, que se adjudicó la Conferencia Oeste tras superar a Oklahoma City Thunder (4-2), opone la maquinaria de casi siempre: un aceitado funcionamiento colectivo, sustentado en el criterio, en la paciencia, en jugar la bola al compañero mejor ubicado, casi como un precepto religioso. Esa concepción de juego que impone el DT Gregg Popovich es respetada al pie de la letra por un equipo en donde el bahiense Ginóbili es figura preponderante.

El zurdo escolta número 20 brilló en el primer partido de la final: 16 puntos, 11 asistencias y 5 rebotes. Pero también estuvo bien acompañado por el ala pivote Tim Duncan (21 unidades, 10 rebotes) y el base francés Tony Parker (18 tantos), ya repuesto de una molestia en el tobillo. “Tendremos que trabajar mucho otra vez para hacer un buen partido y ganar. Miami no nos hará las cosas fáciles”, analizó Ginóbili.