Sobre Salvador de Bahía sobrevuela el recuerdo de aquel 11 de julio de 2010, cuando España se proclamó campeona del mundo en Johannesburgo por primera vez en su historia, venciendo a Holanda gracias a un agónico gol de Andrés Iniesta a cuatro minutos del final del alargue. Españoles y holandeses vuelven a verse, cuatro años después, en un nuevo compromiso mundialista que promete mucho, especialmente porque el escenario del nuevo duelo se presenta muy diferente al de un Mundial atrás.

España sigue siendo más o menos la misma, pero cuatro años más veterana; apenas cuatro futbolistas (Nigel de Jong, Wesley Sneijder, Arjen Robben, Robin van Persie) se repiten en Holanda respecto de aquella formación que perdió la final. El resto, incluida una completa defensa de cinco jugadores, es diferente. También es distinto su entrenador, Louis van Gaal, quien afronta sus últimos días al frente de la selección antes de tomar las riendas del Manchester United.

“Tenemos un equipo joven, pero lleno de talento. La experiencia es importante, especialmente a nivel mental. Pero en el campo todo gira en torno de jugar bien y de hacer lo que hay que hacer, y para eso no importa si tienes 22 o 32 años”, razonó Robben.

“Cuando eres campeón del mundo, todas las selecciones tienen ese extra de motivación de querer ganarte al campeón”, avisó Javi Martínez, el volante del Bayern Munich que representa algo de sangre fresca en un equipo en el que sobresalen eternas figuras como Iker Casillas, Sergio Ramos, Gerard Piqué, Sergio Busquets, Xabi Alonso, Iniesta, Xavi Hernández o Cesc Fábregas, quien ayer blanqueó su incorporación al Chelsea por cinco años, abandonando el Barcelona. Esa es la duda de Vicente del Bosque: sostenerlo como “falso nueve” o incluir al electrizante Diego Costa, que viene de recuperarse de una lesión.

La dureza del cuadro, que completan Chile y Australia, permite pensar que cada error puede costar el adiós. Por eso, ambas selecciones tienen prohibido perder.