El sueño de Los Leones, el seleccionado argentino de hockey sobre césped, tuvo un brusco final en la semifinal del Mundial de La Haya, en Holanda, al caer sin atenuantes 5-1 ante Australia, el campeón en ejercicio. La derrota, sin embargo, no empaña la magnífica campaña del equipo nacional, que por primera vez llegó a una instancia definitiva en la historia de la Copa del Mundo.

Gonzalo Peillat descontó para la Argentina, cuando Australia ya ganaba 5-0, con tantos de Govers, Hayward (2), Whetton y Ciriello. La efectividad de los australianos en la jugada de corner corto –marcaron cuatro de los cinco que tuvieron– se vio reflejada en el abultado marcador, que mostró una diferencia mayor a la que existió en el juego desplegado.

El equipo argentino advirtió que la clave estaba en defender bien y aguantar los primeros minutos de voracidad de los australianos, para intentar hacer daño con el contraataque. Pero la estrategia falló, ya que al tercer minuto Australia se ponía en ventaja.

El equipo de Retegui siguió ordenado, generando jugadas de ataque e incluso regalando algunos buenos momentos aplaudidos por la hinchada, sin que la ventaja en el marcador (que a la media hora ya era de 3-0) pareciera reflejar la diferencia entre los dos equipos.

En el segundo tiempo, Los Leones se vieron obligados a meterse atrás y soportar otra vez la presión de Australia. Con el marcador 0-5 en contra, Argentina logró descontar por medio de un tanto de Peillat, quien ya lleva diez conquistas y es el máximo goleador del torneo.

Los jugadores abandonaron la cancha aplaudidos por el público y con la sensación de que habían “entregado todo” ante un rival que fue superior, pero sobre todo fue más efectivo.

A pesar de esta derrota, el conjunto albiceleste aún tiene la oportunidad de seguir escribiendo un capítulo más de su historia mañana, cuando se mida por la medalla de bronce ante Inglaterra, que cayó 1-0 en el otro cruce de semifinales frente a Holanda.