DEPORTES › JORGE SOLARI Y LOS PIBES DE RENATO CESARINI
El ex entrenador se llevó una banda de pibes en micro desde Rosario para alentar a la Selección Argentina en Brasil. Para el Indio, el equipo nacional tiene chances de ser campeón.
› Por Facundo Martínez
Desde Porto Alegre
Jorge Raúl “El Indio” Solari trajo una de las hinchadas más curiosas y queribles de este Mundial. Son 120 pibes del club Renato Cesarini, que él mismo fundó en 1975. Los pibes están viviendo una experiencia sensacional (ver recuadro) y Solari, integrante de la Selección Argentina que disputó el Mundial de 1966, analizó mientras tanto lo actuado por la Selección en los dos primeros partidos mundialistas y palpitó el encuentro de hoy:
–Usted dirigió a Arabia Saudita en 1994 y lo llevó a los octavos de final del Mundial de Estados Unidos. ¿Qué le parece la Selección?
–Nos tocaron dos equipos que, como pasó en las Eliminatorias, se defienden con mucha gente. Entonces Argentina tiene la obligación de salir a ganar y entonces a la defensa se le puede complicar. Lo más difícil que hay es intentar defender con 50 metros atrás, porque en ese espacio algún rival se te puede escapar, como ocurrió, ¿no? Ante cualquier pelotazo, si no se anticipa bien, se complica, y si se retrocede mal, también se complica, y si tenés un delantero rival rápido, también, porque tiene muchos metros para correr y es imposible agarrarlo.
–¿Qué es lo que tiene que hacer el equipo argentino para mejorar?
–Creo que a medida que se vaya avanzando los rivales van a tener otras propuestas, más ofensivas, van a tener que salir a ganar y eso nos tiene que favorecer. La defensa se va a acomodar mejor y la delantera va a tener más espacios, que es lo que necesita. Yo a los muchachos los veo tranquilos, por ahí demasiado tranquilos para mi gusto, pero está bien. Yo sé que ellos si tiene que acelerar, aceleran y listo.
–¿No ve como posibilidad que teniendo en cuenta cómo Bosnia e Irán han complicado a la Argentina, otros rivales de mayor calibre, como Nigeria esta tarde, apuesten a lo mismo?
–Puede ser. Pero creo que sólo podría pasar eso si aparece algún equipo que no sea favorito y trate de pasar de ronda jugando de contragolpe, pero los favoritos no creo, tienen la obligación de salir a ganar.
–Cuando un equipo, como ocurrió con Irán, se tira tan atrás, ¿no sería una buena variante restar un delantero y sumar un volante, por ejemplo, por derecha para moverle más la pelota en la zona media y tentar al rival a salir a cortar para que se abran espacios?
–Sí, claro que puede ser. Pero le digo una cosa, el técnico (Alejandro Sabella) es el que más sabe de todos. El que conoce bien a los jugadores. Y hay que tener en cuenta que por ahí Sabella me miente, me dice una cosa y está pensando otra. En este fútbol no se pueden dar ventaja. Así que hay que estar a la expectativa de lo que pueda venir. Yo digo que Argentina tiene una delantera extraordinaria. Me parece incluso mejor que la que jugó en México, que era picante y era brava. Y la defensa se va a terminar acomodando.
–¿Sigue considerando a la Argentina como candidata?
–No sólo eso, pienso que va a salir campeón. A pesar de que en estos partidos no nos haya convencido. También hay que tener en cuenta que es difícil empezar a ganar 3-0, 4-0 o 5-0 todos los partidos.
–Como le pasó a Holanda o a Alemania...
–Claro. Yo le digo a la gente, cuando uno ve a un equipo así, por más inferior que sea trata de buscar los antídotos para poder ganar: prepara el aceite hirviendo, las gomeras, las boleadoras, porque uno se plantea cómo hago para ganar. Y el que se tira atrás te complica, y por eso el fútbol es lindo. Cualquiera le puede ganar a cualquiera, pero a Argentina es difícil.
–Mascherano dice que Argentina es un equipo desequilibrado no tanto por los nombres sino por su actitud ofensiva... ¿Existe una fórmula para compensar eso?
–Argentina podría empezar a jugar tirando pelotazos para los petisos, no va a ganar una, y entonces la pelota la van a tener los rivales y van a tener que salir, ahí puede aprovechar los espacios para contragolpear aprovechando la velocidad de sus delanteros. Esa es una posibilidad, pero no se olvide de que el fútbol es como un ajedrez que se juega con dos millones de cuadritos, hay como 20 reinas, 30 alfiles y se mueven todos como se les da la gana, cualquiera puede sorprender. Y si te embocan con un gol, lo que no pasa en el básquetbol o en otros deportes, te ganan. Entonces hay que tener cuidado de que no te aprovechen y en ese balance está la cuestión.
–¿Siente que Argentina tiene la presión extra de jugar bien y gustar, además de ganar?
–Sí, nosotros le exigimos mucho. Desgraciadamente los tres puntos te los dan por ganar, si dieran los tres puntos por jugar bien tendríamos que apuntar a otra cosa, pero no existe esa posibilidad. Mire, nosotros a los chicos nuestros (del Renato Cesarini, de Rosario) les enseñamos a jugar. Esa es la obligación, porque después para tirarla para arriba afuera y al lateral es fácil. Nosotros les enseñamos a salir jugando, a dominar la pelota, y eso también les va a permitir revolearla. Pero el camino inverso no sirve, el que aprende a revolearla difícilmente pueda salir jugando.
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