Después de que se conociera la deserción de Facundo “Chucky” Ferreyra del Sakhtar Donestk junto a cinco compañeros brasileños por el conflicto que se desarrolla en Ucrania, el volante Alejandro “Papu” Gómez comentó ayer sobre su decisión de no retornar a su club, el Metalist de ese país: “No vuelvo hasta que no nos den garantías”, al tiempo que describió la difícil situación política que atraviesa el país europeo. “Es un momento muy difícil, una situación política muy inestable, con casi un golpe de Estado. Sentí miedo y entré en pánico. El avión derribado el otro día (por el vuelo MH17 de Malasya Airlines) fue la gota que rebasó el vaso para que decidiéramos irnos. Tomamos micro, tren y avión para volver al país”, contó Gómez, quien adoptó la misma determinación que días atras tomaron sus compañeros Jonathan Cristaldo, Sebastián Blanco y José Sosa.

“Es algo que ya viene de hace seis meses. Todos los días hay enfrentamientos, manifestaciones. La gente está quedándose sin plata y se están matando”, contó Gómez sobre el conflicto armado entre separatistas prorrusos y quienes abogan por sumarse a la Unión Europea. Debido a la crisis, la UEFA anunció que de momento no habrá ningún partido entre equipos de Ucrania y de Rusia, aunque el fútbol ucraniano no está suspendido. “El club (Metalist) se porta muy bien con nosotros, nos autorizaron a viajar, por eso queremos acercar una oferta que les resulte satisfactoria para que todos quedemos conformes. Si todo se solucionara, seguiría sin problemas”, señaló Gómez, ex jugador del Catania, y afirmó en una entrevista radial: “Fui a Ucrania por lo económico. Si no, me hubiera quedado en la Serie A. Ahora tengo ofertas sobre todo de Italia, donde dejé buena imagen, pero es complicado por el dinero que piden”.

Junto con Gómez, Sosa y Blanco, Cristaldo también decidió no volver a Ucrania tras la pretemporada que realizaba el plantel en Austria. “Me da miedo volver. El club no te garantiza seguridad porque nadie sabe lo que va a pasar en el país. Incluso de la embajada argentina nos dijeron que tratáramos de no volver a Ucrania”, aseguró ayer Cristaldo. “No es un tema económico. No me quiero ir libre del Metalist, pero se puede arreglar un préstamo”, comentó Cristaldo, quien en la última temporada jugó a préstamo en el Bologna italiano, como su compañero Sosa, quien lo hizo en el Atlético Madrid que dirige Diego Simeone.

“Nunca viví algo así. Ojalá que la FIFA entienda al jugador, que parece que no nos está avalando”, concluyó Gómez, esperanzado con un permiso de FIFA que permita su salida del club ucraniano sin aplicar sanciones.