Desde Termas de Río Hondo

Está bien, el Mundial de Autos de Turismo (WTCC) no es la Fórmula Uno y acaso ni siquiera sea un torneo mucho más poderoso que los vernáculos de TC o SuperTC2000. Pero un argentino se acerca al sueño de quedarse con el título y en ese empeño no es a una comparsa a la que está derrotando, sino a dos campeones mundiales que, para colmo, son sus compañeros de equipo. Aunque la escuadra Citroën arrase con los rivales, José María López volvió a demostrar, con la pole position que consiguió ayer en el autódromo de esta ciudad, que su sueño tiene bases sólidas y que puede transformarse en el primer campeón mundial argentino de automovilismo desde Juan Manuel Fangio en 1957.

Esta Carrera de Argentina, octava fecha del WTCC, verá al cordobés largar en punta en la primera de las dos carreras de hoy, a 13 giros cada una (televisa Canal 7 desde las 14). López parece obligado por las circunstancias a quedarse con la victoria: “Ganar las dos es improbable –acepta ante la pregunta de este diario–. Dos podios, en todo caso, parecen posibles”. En la segunda carrera, partirá décimo, ya que se invierten las diez primeras posiciones de partida.

Con la vuelta más veloz de ayer, bajo el implacable sol santiagueño de la hora de la siesta, López estiró un punto más, a 40, la ventaja sobre su principal rival en el torneo, el actual campeón Yvan Müller. El cordobés marcó la pole con 1m43s766, a 166,806 km/h; Müller quedó a 408 milésimas de segundo. “Contundente. ¡Cuatro décimas en esta pista y con autos iguales! A quienes no lo conocen quizá los sorprenda, pero a mí, que corrí con él tanto tiempo, no me sorprende para nada.” El juicio es propiedad de Matías Rossi, el mejor piloto en actividad en la Argentina, que hoy correrá aquí una carrera del torneo de Turismo Nacional, del que es líder. El múltiple campeón mundial de rally Sebastian Loëb, el tercer piloto del equipo francés, quedó tercero a más de medio segundo del cordobés, que ya fue el más veloz en cuatro de las ocho clasificaciones de 2014 y que en este circuito ya ganó en TC, en TopRace y en la carrera del WTCC de 2013, una victoria que resultó el trampolín para esta campaña.

“Ojo, que la pole position no me da confianza absoluta para la carrera de mañana (por hoy). Por supuesto que es importante, pero si no aprovecho la largada...”, aseguró, con final abierto. “Me sirve la experiencia en este circuito, y me causa mucha emoción que hayan venido a verme correr hasta mi abuelo, que tiene 93 años, y mis sobrinos.” La familia y los amigos de Pechito tienen aquí una tribuna exclusiva.

López representa a un país, literalmente: ayer el ministro de Turismo, Enrique Meyer, lo nombró Embajador de la Marca País, un status que ya tienen Lionel Messi o Emanuel Ginóbili. Un buen número de fanáticos vendrá a verlo ganar hoy, aunque no sea la Fórmula Uno. Pero es un Mundial. Y ya se sabe qué se siente cuando hay un título mundial en disputa...