“Quiero ver un River que se defina a nivel de plantel para saber con qué voy a contar, pero no puedo pretender armar algo sin saber los jugadores con los que voy a entrenar. Y eso se debe a la salida de (Manuel) Lanzini.” Marcelo Gallardo, entrenador de River, se mostró ayer molesto horas después de enterarse de la salida del volante, por quien el Al Jazira de los Emiratos Arabes pagará seis millones de dólares a cambio del 80 por ciento del pase que pertenece a River. Esa partida desacomoda al Muñeco, que heredó de Ramón Díaz un equipo campeón sin sus máximas figuras, Cristian Ledesma, Carlos Carbonero y Lanzini, y que, además de no haber contado con la incorporación de un centrodelantero de peso como había pedido, sufrió la baja por lesión del capitán y goleador del equipo Fernando Cavenaghi, quien no volverá a las canchas antes de 2015.

“La pérdida de un gran futbolista como es Manu la vamos a sentir, pero yo sabía que era una posibilidad, aunque me da pena que con la calidad que tiene está para una liga mucho más importante. Igual le deseo mucha suerte”, comentó el técnico sobre Lanzini, quien ayer se despidió de sus compañeros y partió rumbo a Suiza, donde hará la pretemporada con su nuevo club. “En su momento, lo mejor era quedarme porque quería salir campeón con River, y lo logramos. Es un trampolín para saltar a otra liga”, afirmó.

“De irse Lanzini, les dije a los dirigentes que hicieran el intento por (Gonzalo) Martínez, que tiene calidad y una manera de jugar que nos vendría bien, así que están haciendo el esfuerzo”, comentó a su vez Gallardo sobre el volante zurdo de Huracán, cuyo representante se reunió ayer con el presidente del club de Parque Patricios para arreglar su llegada al club millonario. La oferta de River, que anotó al joven de 21 años en el libro de pases, por lo que tiene hasta el jueves para concretar su llegada, fue de 25 millones de pesos, pero Huracán pretende recibir al menos 35. Otra posibilidad es que Huracán le venda el pase al representante, quien lo cedería a préstamo a River.

El otro posible refuerzo para el actual campeón argentino es Pablo Aimar, quien ayer aseguró que aceleró los plazos para definir su vuelta a River. “Con Pablo no tuve ningún contacto porque respeté la voluntad de no manifestarse para no generar falsas expectativas, así que vamos a esperar a ver cómo sigue todo”, comentó Gallardo, a la vez que aclaró que “sabía de la posibilidad de que se fueran algunos jugadores”. Con la salida del 10 del equipo, Gallardo no confirmó los titulares que visitarán mañana a Gimnasia, aunque dejó entrever que su reemplazante estaría entre Ariel Rojas, Leonardo Pisculichi y el juvenil Sebastián Driussi. En la delantera, el uruguayo Rodrigo Mora y Lucas Boyé, de 18 años, relegarían a Teófilo Gutiérrez, presente entre los concentrados, al banco de los suplentes. El delantero colombiano todavía no tiene decidido su futuro, ya que podría emigrar a Europa, al igual que su compatriota Eder Alvarez Balanta, por quien el Galatasaray turco habría hecho ayer una segunda oferta para ficharlo. Con esa incertidumbre, que durará hasta el 31 de agosto, fecha en que cierra el mercado de pases en Europa, Gallardo aseguró que “redobla la apuesta” para defender el título y buscar que el público millonario se identifique con su plantel. Mientras que Cavena-ghi aún espera determinar el plazo de su vuelta (“Para caminar estoy bien”, dijo ayer cuando se retiraba de la práctica), Gallardo tendrá que echar mano a muchos juveniles que ya concentran con el grupo, aunque aseguró que no pretende que “asuman responsabilidades que no están preparados para tomar”. “Vamos a ser competitivos con lo que tenemos”, se resignó. Por último, el entrenador comentó que el debut con Gimnasia será “más duro que bien jugado”. “En el principio del torneo no se suelen dar buenos partidos. Intentaremos, en esa cuota de dureza, imponer nuestro juego”, cerró.