Escándalo en el Mundial de Judo que se desarrolla en Japón y es clasificatoria para las Olimpíadas de Atenas. Dos judocas, el francés Claverie y el mongol Damdinsuren, han denunciado –según el periódico francés L’Equipe– que el japonés Yoshihiro Akiyama, de la categoría de menos 81 kilos, tenía en su kimono un producto resbaladizo que impedía el agarre pero que, al advertirlo ellos a los jueces, incluso con las manos manchadas, los árbitros les ordenaron que continuaran el combate. El deportista del país anfitrión ha terminado obteniendo la quinta plaza y Francia podría instar a la Federación Internacional a tomar una decisión a favor de su judoca.