DEPORTES
› INDEPENDIENTE Y ARSENAL IGUALARON SIN GOLES
Tanta suspensión para esto...
Volvió el torneo oficial pero la emoción continúa ausente.
Más que jugarse, en Avellaneda se perpetró un partido de fútbol.
Dos noticias, una buena y una mala. ¿La buena? Volvió el fútbol. ¿La mala? Volvió con un partido como el de anoche, aburrido, mal jugado, con voluntad de espanto. Independiente y Arsenal empataron sin goles un encuentro que cerró casi una eternidad sin el torneo de Primera, pero de ninguna manera saciaron la avidez de los amantes del juego, y mucho menos contentaron a sus hinchas.
Se podrá argumentar que el parate obligado endureció los músculos y desemprolijó los estilos. En el caso del local, no es tan cierto: había despuntado el vicio en su misma cancha, ante River, aunque no le fue muy bien. Arsenal también jugó algunos amistosos como para no perder la costumbre.
Como fuera, lo que los jugadores propusieron terminó con los fanáticos dándoles la espalda, con el entrenador de Independiente, Oscar Ruggeri, vuelto a silbar por los plateístas, y con el técnico visitante, Jorge Burruchaga, seguramente conforme con el punto obtenido, pero sin duda también insatisfecho por el rendimiento.
Arsenal tuvo alguna situación más propicia en el primer período, cuando Denis estrelló un remate en el palo derecho de Islas antes del cuarto de hora, pero el local emparejó el trámite después de la media hora, aunque la dupla Morales-Manso no pesó en la medida en que sugerían sus antecedentes. En el segundo tiempo, Independiente sugirió más, pero siempre se jugó lejos de los arcos.
Otra vez, Ruggeri hizo cambios en la formación inicial; otra vez, el equipo volvió a jugar mal. ¿Nadie cree que los dos hechos estén relacionados?
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