El presidente de Boca, Daniel Angelici, admitió lo difícil que se le está haciendo al club incorporar en este mercado de pases y que la prioridad está en la defensa. “Un central y un lateral”, explicó el dirigente, que dio por terminadas las negociaciones por Milton Casco y Nicolás Tagliafico. “Para incorporar jugadores del exterior necesitamos autorización del Banco Central. Vivimos en un país con una desventaja muy grande porque no se pueden comprar dólares y cuando un jugador está en Europa se hace muy difícil poder traerlo porque tiene que resignar mucho dinero”, se excusó.

El dirigente indicó que espera para el lunes una respuesta del Palmeiras por Fernando Tobio y que por Gino Peruzzi, el otro ex Vélez de presente en el Catania, la negociación está difícil porque el club italiano quiere cobrar todo en efectivo. La necesidad de incorporar a un defensor cobra cada vez más importancia porque, a la salida de Juan Forlín, se sumó la baja de Emanuel Insúa, que continuará su carrera en Europa. El defensor lateral por izquierda fue comprado por el Udinese de Italia, que pagará 2,5 millones de euros por su pase y lo prestará al Granada de España para que consiga continuidad.

Además de los factores económicos, el mandatario boquense esgrimió que “a veces a algunos presidentes se les hace difícil vender jugadores a determinados clubes por tema político”. También puntualizó que continuarán dialogando con el Corinthians de Brasil por el volante uruguayo Nicolás Lodeiro.

Angelici destacó el partido con Vélez del 28 de enero porque significa el pase para ingresar a la fase de grupos de la Copa Libertadores y pidió que en el Superclásico ante River, del 24 de enero, se ponga “lo mejor”. Dijo que el tema Riquelme está terminado y que habló con el delantero Daniel Osvaldo, pero su llegada es compleja más allá de que sea hincha de Boca.

También se refirió a los problemas de violencia que vive el club. “El problema lo tenemos, existe en todos los clubes y siempre los responsables somos los presidentes de los clubes. Me preocupa el problema de la barra, el Estado debe hacerse cargo”, concluyó.