El regreso triunfal de Juan Martín Del Potro se detuvo ante el kazajo Mikhail Kukushkin, que se impuso 7-6 (5), 7-6 (3) al tandilense en los cuartos de final del torneo de Sydney. La derrota impidió un duelo argentino en las semifinales, ya que el correntino Leonardo Mayer accedió a esa instancia al vencer 6-3, 7-6 (4) al francés Julien Benneteau y en la madrugada se medía con el verdugo del tandilense.

A diferencia de lo que había ocurrido en los dos primeros partidos, ante el ucraniano Sergiy Stakhovsky y el italiano Fabio Fognini, Del Potro admitió que tuvo dolores en la zona operada. “Mi muñeca me hizo sufrir un poco más que ayer y no pude golpear tan fuerte como en el primer partido”, sostuvo Del Potro, que no atribuyó a los dolores la derrota sufrida. “Creo que mereció ganar porque jugó mejor que yo en los tie breaks”, agregó el argentino, que pegó mucho con slice desde el lado del revés, señal clara de la molestia en la muñeca.

Más allá de la caída, Del Potro consideró que el balance es positivo, sobre todo porque hacía casi once meses que no competía. “He jugado tres partidos seguidos y contra buenos jugadores, lo que significa para mí un buen regreso”, explicó el vencedor del torneo de Sydney del año pasado.

“Progresaré más de esta manera que entrenando en mi casa con mi técnico”, añadió Del Potro, que a pesar del buen resultado caerá más allá del puesto 260 porque defendía el título.

Por su parte, Kukushkin reconoció que Del Potro no alcanzó todavía todo su potencial. “Es un jugador de clase mundial, pero creo que todo el mundo vio que no puede pegar todavía a la bola con toda su potencia con el revés”, aseguró el kazajo, que ahora tendrá enfrente a otro argentino. Es que Leonardo Mayer ratificó su buen momento al superar a Benneteau y clasificarse para las semifinales. Del otro lado del cuadro, el luxemburgués Gilles Muller, que venció 7-6 (3), 7-6 (13) al local Bernard Tomic, se medirá con el serbio Viktor Troicki, que derrotó 6-3, 3-6, 7-5 al italiano Simone Bolelli.