Con el aliento de su gente y el fervor de sus jugadores, Central trepó a lo más alto de la tabla, con 21 puntos, por delante de Boca, al que supera por uno y hoy se enfrenta a Chicago. La victoria conseguida ante San Martín llegó en el quinto minuto del tiempo de descuento gracias al cabezazo agónico de Donatti; Franco Cervi, un gran proyecto de jugador, de apenas 20 años, al que Eduardo Coudet le dio la titularidad, había puesto la apertura. El conjunto rosarino, que mantiene su invicto en el torneo, volvió al triunfo luego de tres empates seguidos y pudo celebrar un partido en el casi le escapan dos puntos por el cabezazo de Facundo Pumpido, que había conseguido la igualdad transitoria.

El recuerdo de la semana pasada estaba fresco. Central necesitaba una victoria para trepar, aunque sea por alguna horas, a la punta del certamen en soledad. Pero no pasó del empate ante Defensa. En esta oportunidad sí lo hizo, gracias a una gran producción colectiva y a muy buenas actuaciones individuales. Cervi y Aguirre fueron una pesadilla encarando desde los carriles, y le dieron gran volumen de juego al asociarse a los delanteros. Con la defensa sanjuanina bien cerrada, los tiros desde media distancia comenzaron a sucederse. Y luego de probarlo desde lejos sin suerte, llegó la mejor jugada de la primera etapa. Marco Ruben, el goleador del torneo con ocho tantos, demostró que también sabe habilitar y filtró un pase al área para que Cervi, en el minuto 36, consiguiera la ventaja pinchándole la pelota por arriba de Ardente.

En la etapa complementaria, el equipo local siguió dominando pero no estuvo fino en los metros finales de la cancha. Y de tanto mirar el arco rival se desprotegió en el propio. El equipo conducido por Mayor, en una jugada aislada, consiguió la igualdad con un cabezazo impecable de Pumpido. Y cuando todos se lamentaban por la chance perdida, Donatti se hizo gigante en el área rival y logró un cabezazo que valió tres puntos.