La Argentina volverá a recibir, por octavo año consecutivo, al Rally Dakar, el más peligroso y controvertido del mundo del automovilismo, y se transforma así en el único país de América del Sur en tener asistencia perfecta desde que la prueba dejó el Africa y recaló en el continente, en 2009. Eso luego de que Chile renunciara a que el Dakar atravesara su territorio en 2016. El rally se pondrá en marcha en Lima (Perú) el próximo 3 de enero, rumbo a Bolivia, tendrá su habitual día de descanso en Salta el 10 de enero y culminará al pie del Monumento a la Bandera, en Rosario, el 16 de enero, tras un recorrido de 8500 kilómetros. El trayecto final se develará en Buenos Aires el próximo martes 26.

“No hay otra acción más relevante para el turismo que la realización del Dakar en la Argentina”, dijo en la presentación en París el ministro argentino de Turismo, Enrique Meyer. “Es un evento que da una gran visibilización de la región en todo el mundo”, aseguró. “Hemos pasado de 2 millones de turistas en 2003 a 6 en 2014, y esto es muy importante para la riqueza de nuestra gente. Eventos mundiales como el Dakar son fundamentales en la promoción del país. Y lo disfrutamos porque, si bien es un evento de promoción internacional, también es una fiesta para los todos argentinos que disfrutan del paso de los corredores.”

El funcionario se mostró confiado de que el Dakar “siga por mucho tiempo” en Argentina, independientemente del gobierno que suceda al actual en diciembre próximo. Aunque el recorrido final no fue develado, el mapa que se mostró en la presentación en París sugiere que los competidores recorrerían las provincias de Jujuy, Salta, Catamarca, La Rioja, Córdoba y Santa Fe. “Tenemos muchas esperanzas de que pase por Fiambalá, una zona que en algún momento dijeron que era la capital mundial del Dakar, por la geografía que tiene”, añadió. Este año partió de Plaza de Mayo.

Lima fue el escenario de la llegada final del rally en 2012 y la largada en 2013, en las dos únicas ediciones en las que Perú formó parte del trazado de la prueba, mientras que Rosario fue escenario de la largada en 2014. Bolivia volverá a formar parte del recorrido por tercer año consecutivo pero, por primera vez, el rally bordeará el lago Titicaca, el más grande de la región.

“Habíamos trabajado con un escenario que implicaba Chile, Perú, Bolivia y Argentina –señaló el titular de la organización, Etienne Lavigne–. Desgraciadamente, Chile ha vivido hace unas semanas en la zona del Atacama, que conocemos bien desde hace años, aludes de barro y agua que han devastado muchas infraestructuras y causado muchos dramas. Obviamente, no podían recibirnos en el calendario previsto y, de común acuerdo, hacemos una pausa; somos solidarios.”