“Hay que tomar decisiones profundas. No se puede jugar más con la vida de las personas porque en algún momento vamos a lamentarlo. Así es como el fútbol se está muriendo de a poco. Porque lo que vivimos el jueves es que realmente el fútbol se está muriendo de a poco y todos estamos involucrados”, opinó Marcelo Gallardo, entrenador de River, en la conferencia de prensa que rompió el silencio luego del bochornoso Superclásico copero.

“Estamos bien. Principalmente, considero que más allá de lo vivido y de las resoluciones que hubo en cuanto al tema, hoy es un inicio de semana y tenemos que volver a focalizarnos en la competencia. A pocos días de volver a jugar un partido necesitaba expresarme después de lo sucedido para ya enfocarme en lo que va a ser la competencia nuevamente”, dijo Gallardo, al comenzar el contacto con los periodistas que duró media hora. El técnico se mostró consternado e intentó no polemizar con los dichos de otros protagonistas. “Fue un trago amargo, una tristeza enorme el haber sido parte de lo que pasó el jueves último en la cancha de Boca. Manifiesto el dolor porque, más allá de lo deportivo, está lo humano y todos los que estábamos ahí adentro de algún modo nos entristecimos con una situación tan absurda”, agregó.

“Se pudo generar una situación mucho más grave, por eso tenemos que ponernos contentos de que los jugadores agredidos están mejor, estables y nos da alegría que podamos contar con ellos y que estén saludables. Ese es el factor principal”, continuó.

“El show debe continuar”, postuló Gallardo, quien sostuvo que rápidamente tendrán que “cerrar una página triste de la historia del fútbol argentino, porque lo que pasó fue vergonzoso a nivel mundial”. Consultado por los dichos que se animaron a plantear la posibilidad de que su equipo obtuviera alguna ventaja por lo sucedido, el entrenador fue tajante: “Me parece lamentable, pero yo no soy quién para juzgar a aquellos que quieren de alguna manera victimizarse y querer sacar una ventaja de esto, cuando los que estuvimos ahí sabemos de la gravedad de la situación. Tener que seguir escuchando estas idioteces es indignante”.

Sobre la actitud de los futbolistas de Boca prefirió no opinar. “Cada uno tiene la conciencia de acuerdo al comportamiento que tuvo. Hay imágenes que hablan por sí solas.” En cambio, sí abordó lo acontecido con sus futbolistas, quienes fueron retratados en una foto que publicó Rodrigo Mora en Twitter haciendo el gesto de dos con los dedos. “Les dije que lo podía entender, pero no lo compartía. Menos en estos momentos, donde hay que situarnos en un lugar donde el folklore hay que tomarlo con mucha más conciencia”, opinó, luego de recordar que los jugadores de Boca habían hecho lo mismo luego de la goleada en el verano.

“Después de las imágenes y de todo lo que se vivió en ese momento que pudo haber sido mucho más dramático y de mucha más gravedad, seguimos generando dudas. Algunos siguen generando dudas. Eso es lamentable. Yo digo que tuve miedo por la situación de mis futbolistas que fueron agredidos, de los jugadores que sí sintieron temor después de semejante agresión. Con el correr de los minutos más indignado estaba porque veía que no había nadie que tomara una decisión acertada de acuerdo a lo que estaba pasando”, recordó. “Tuvimos que esperar dos horas para que (los jugadores) fueran atendidos en un lugar más tranquilo y con más profundidad que lo que es el campo de juego”, añadió.

Gallardo manifestó que con él no se había comunicado nadie de Boca, pero que tenía entendido que le habían mandado un mensaje a algún jugador.