Racing no pudo traerse nada desde Asunción luego del primer partido ante Guaraní y tendrá que esperar a la revancha de la semana próxima para ver si finalmente puede acceder a las semifinales de la Copa Libertadores, luego de 18 años de que no lo consigue. El conjunto de Avellaneda perdió 1-0, cerca del final del encuentro, pero lo principal fue que no pudo desplegar su mejor versión. Encima, jugó con un hombre menos desde los 41 minutos, por la expulsión de Luciano Lollo, quien se perderá el duelo de local. Además, el capitán Diego Milito tuvo que dejar la cancha al comienzo de la segunda parte para que pueda ingresar un defensor.

El primer tiempo no mostró muchos atractivos y los equipos llegaron una vez cada uno con riesgo serio al arco rival. El local lo hizo con un tiro de Benítez, que se fue al lado del palo; y Racing a través de Bou, que terminó atrapando el arquero. Lo determinante ocurrió al final de esa mitad, cuando Lollo estiró el codo sobre el rostro de Santander y el árbitro brasileño decidió su expulsión.

El complemento se jugó en el campo del equipo visitante, a partir de la insistencia de los paraguayos para desnivelar, aprovechando la ventaja del hombre de más. Y el desahogo llegó sobre el final, con una gran acción de Julián Benítez, quien terminó rematando cruzado, desde la derecha, y ubicó la pelota al lado del palo más lejano de Saja.

Racing estuvo bien acompañado en Asunción. Unos tres mil simpatizantes se presentaron en el estadio Defensores del Chaco, una hora antes del partido ante Guaraní. Ellos recibieron al plantel para la entrada en calor en el propio campo de juego al grito de “dale campeón, dale campeón”. La euforia de los hinchas se vivió desde temprano en la ciudad, y al momento de la salida del equipo se hicieron sentir incluso por encima de los silbidos de la hinchada local, que no había completado ni la mitad de la capacidad del escenario en ese momento.

El primero en salir a la cancha fue el arquero Sebastián Saja y rápidamente llegó el conocido “olé, olé, olé, Chino, Chino” por el apodo del guardametas, mientras que al momento de aparecer el resto de los jugadores la emoción llevó a los hinchas a cantar el “dale campeón, dale campeón”. De todas maneras, el cántico de los de Avellaneda quedó tapado un minuto después cuando dijeron presente en la cancha los futbolistas del equipo local, para realizar también la entrada en calor.

Racing, que ganó su única Copa Libertadores en 1967, no llegaba a una instancia de cuartos de final del certamen continental desde 1997, cuando eliminó a Peñarol de Uruguay, pero luego quedaría al margen en semifinales ante Sporting Cristal de Perú. Por eso, los seguidores se movieron en masa hacia Asunción, donde de las ocho mil entradas disponibles para los visitantes, ayer por la tarde quedaban apenas mil, pero sobre la hora del comienzo fueron vendidas.

De esa manera, una media hora antes del partido ya unos cinco mil simpatizantes estaban ubicados en la cabecera sur del Defensores del Chaco, pero había mucho movimiento de camisetas celestes y blancas en las afueras, más precisamente en la zona cercana a las puertas de ingreso.