Sigue el desfile de testigos e imputados ante el juez Bergés. Ayer le tocó a un dirigente de Boca, que debió responder largamente a severas acusaciones. Y el hombre se defendió atacando, trasladando el foco de la atención a la policía. Exactamente, el vicepresidente de Boca, Roberto Digón, aseguró ayer ante la Justicia que las barras bravas actúan “algunas veces” en complicidad con fuerzas de seguridad y ponderó la causa que lleva adelante el juez Mariano Bergés. “Confío en el juez. Hasta en algún momento dudé, creí que había una maniobra política, pero ahora me di cuenta de que no: se trata de buscar y perseguir a los que delinquen en las canchas”, dijo Digón al retirarse del Palacio de Tribunales, tras más de seis horas de declaración. El dirigente llegó a las 10.20, pero sólo comenzó a declarar dos horas después; luego el juez hizo una pausa para retomar a las 15.45 y proseguir su interrogatorio hasta las 18.30, cuando el declarante se retiró. Bergés tiene ahora diez días hábiles para resolver si procesa o no al dirigente como “miembro” de una asociación ilícita –delito excarcelable– mientras que el vice de Chacarita, Armando Capriotti, fue acusado en su momento de ser “jefe” de ese tipo de asociación, por lo que quedó preso.
Ayer, Digón habló de “complicidad” entre barrabravas y algunas fuerzas de seguridad. “Esto es lo que lleva a que no se hagan, a veces, las declaraciones que deben hacerse desde los distintos clubes”, explicó. Sin embargo, destacó que ahora se cuenta con “el apoyo del Gobierno y de la Secretaría de Seguridad para terminar con esta situación”. El dirigente aludió también al problema de la droga como factor que provoca violencia en las canchas. “En diez, quince años, la droga ha hecho violentos a algunos jóvenes en los clubes, con lo que llegan al extremo de querer extorsionar a la gente. Y no sólo a directivos, porque también se roba y se realizan actos que todos queremos erradicar.” En cuanto a Boca, Digón recordó –para ejemplificar el descontrol– que, debido a las bombas que tiró la barra brava, el club perdió el campeonato en el 2000.
Puntualmente, ayer Digón le confirmó al juez que el día de los incidentes de Boca-Chacarita, el pasado 31 de agosto, se “liberaron” dos molinetes de la puerta 14, vigilados por personal de seguridad retirado de la Policía Federal, en el episodio que permitió a la barra de Boca acceder, a través de la platea, al sector donde estaban los hinchas de Chacarita. El dirigente, miembro fundador de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos y ex perseguido ytorturado por la dictadura militar, dio por “totalmente aclarado” el episodio judicial, aunque admitió que temió quedar detenido precisamente “como Capriotti”. No dormirá tranquilo, por ahora.