En el mundo de cínicos que es el mundo de la FIFA no se puede menos que tomar recaudos en relación con lo que se dice y con lo que se hace desde Zurich y aledaños. Justamente por eso es importante estar a la expectativa respecto de las palabras de Joseph Blatter anunciando que “pone a disposición” su “mandato”, que no es lo mismo que anunciar que “renuncia” a su cargo.

¿O acaso no existe la posibilidad de que el anuncio tenga que ver con la posibilidad de que el suizo se esté victimizando y busque un respaldo, ya no unánime pero sí mayoritario, para continuar titiriteando el fútbol del mundo? Diciembre a marzo, la fecha de la próxima elección, queda lejos.

Es demasiado significativo que, habiendo reiterado casi plañideramente a sus 77 años que “ama a la FIFA”, ahora resulte que se quiera ir, cuatro días después de haber sido reelecto por cuarta ocasión.

Hay que estar muy atento a los próximos días, semanas y meses. Téngase en cuenta que muy a la manera de Julio Grondona, Blatter es otro adherente a la cofradía del “todo pasa”.