Mar 14.07.2015

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El plan Becker

Una pelota más. Esa fue la base sobre la que el serbio Novak Djokovic y su entrenador, Boris Becker, construyeron un plan de juego magistral para ganar por tercera vez el título de Wimbledon. Así lo reveló la página web oficial del ATP Tour en esta nota.

El serbio derrotó a Roger Federer 7-6 (1), 6-7 (10), 6-4, 6-3. Lo hizo extendiendo los peloteos y logrando que Federer se perjudicara con sus propias intenciones desde el fondo de la cancha. Hubo muchos momentos de paridad, pero fue el serbio quien más intentó.

Federer jugó más puntos desde el fondo en la final (126) que en otro partido del torneo, promediando 32 por cada set. En definitiva fueron seis puntos más por set que en las semifinales ante Andy Murray. Ese fue exactamente el súper plan que ideó Boris Becker.

“Obviamente sabíamos que Roger quería ganar todo rápidamente y que no iba a esperar”, aseguró Becker después del partido. “El comenzó en la manera en que terminó con Murray, muy agresivo, no dando ninguna ventaja.”

“No hubo mucha diferencia en los primeros dos sets, pero a medida que avanzaba el partido tuve buenas sensaciones. Novak fue dominando el servicio de Roger, lo obligó a jugar largos intercambios, se aprovechó de sus piernas jóvenes y ahí estuvo la diferencia.”

Antes de la final, Federer acumulaba un promedio de 52 por ciento de puntos ganados desde el fondo. Pero esa cifra se redujo al 40 por ciento ante el arsenal de Djokovic. Irónicamente, ese fue el mismo porcentaje que el suizo obtuvo en el subtítulo de 2014. Mientras sus golpes brillaron ante Andy Murray, contra el serbio no estuvieron finos en momentos importantes.

Djokovic ganó la batalla de los peloteos hasta cuatro golpes (103-94), perdió el de los medios, los que fueron hasta los nueve golpes (27-34), pero dominó completamente los peloteos de más de nueve impactos (18-10). Sumando sus primeros tres partidos del torneo, Federer no disputó tantos peloteos largos.

La derecha de Djokovic estuvo genial en la final, sumando 17 tiros ganadores contra 15 de Federer. Además, con este golpe sumó apenas siete errores no forzados contra 17 de su rival. El serbio lo impactó regularmente con más fuerza de lo normal contra la principal arma de Federer desde el fondo.

“No había opción”, añadió Becker. “Si no lo atacas vas a perder de todas formas. Tienes que ser agresivo, jugar de frente o sino vas a caer. En Roland Garros, Novak jugó muy tentativo y esperó que Wawrinka perdiera los puntos, pero no vas a ganar un Grand Slam esperando a que el rival falle.” La otra clave de la batalla que Djokovic dominó al igual que en 2014 fue el segundo servicio. En las dos finales, ese golpe de Djokovic mantuvo la fortaleza mientras que el de Federer empeoró.

El serbio ganó el 60 por ciento de segundos servicios, mientras que en 2014 alcanzó un 65 por ciento. El suizo, siete veces campeón en el All England, tuvo un 66 por ciento durante el torneo, pero en la final se quedó en un 49 por ciento. El año pasado también decreció esa cifra: 62 por ciento en las primeras rondas y 44 por ciento en la final.

Becker estudió el partido de Federer contra Murray desde el palco real de la cancha central y vio áreas específicas que Djokovic podía atacar en la final. “Roger alcanzó su punto máximo en semifinales, no pudo haber jugado mejor, pero Andy sí. Por supuesto te dejas llevar por la leyenda, sus siete títulos, pero Novak pudo controlarlo, lo envolvió en los peloteos de fondo, tratando de hacer siempre un punto extra. En algún momento iba a desgastarlo,”

Federer sirvió y voleó en el 22 por ciento (21/94) de sus puntos de primer saque y 25 por ciento (11/44) en su segundo saque, ganando en total un nutrido 72 por ciento (23/32). También estuvo muy sólido en los puntos ganados en la red, consiguiendo 73 por ciento (42/58) en el frente de la cancha. Pero pudo haber sido mayor, de no ser porque Djokovic logró llevar a Federer a 126 intercambios desde el fondo, que dificultaron el acceso de Federer hacia la red y disminuyeron su agresión en general.

Lo que Federer necesitaba era atacar más de lo normal contra Djokovic, pero no fue firme con la táctica. En general, el serbio sacó magníficamente, devolvió potente y profundo y tomó más ventaja que Federer de las pequeñas oportunidades que se le presentaron.

Djokovic sabía que Federer no iba a fallar los primeros puntos en un intercambio, pero a golpe de insistencia logró llevarlo hasta el tercer, quinto o séptimo tiro. Una pelota más siempre creó otra oportunidad para fallar y le entregó un título más en el escenario más grande del mundo.

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