Muy motivado luego de la victoria del domingo frente a Boca por 3-0, pero sin Ariel Ortega, quien presenta fatiga muscular, el plantel de River arribó ayer a la capital mexicana, donde mañana enfrentará al América, por la cuarta fecha del grupo 7 de la Copa Libertadores. El arquero David Comizzo, el único que habló con la prensa tras pisar el suelo de México, aseguró que el triunfo sobre Boca “levantó el ánimo del plantel”, que ahora buscará derrotar al América para remontar su situación en el torneo continental.
River no tuvo demasiado tiempo para festejar la goleada a Boca porque ya está trabajando para el encuentro frente a los mexicanos –ayer por la tarde el plantel se entrenó con vistas al partido de mañana–, que será clave, en caso de una victoria, para escalar posiciones en la tabla de su grupo, donde comparte el segundo puesto con Talleres, ambos con cuatro puntos, debajo del América que suma nueve.
“Va a ser un partido difícil y complicado, porque América tiene buenos jugadores y está bien dirigido, pero venimos con la idea de ganar”, manifestó Comizzo, conocedor del fútbol de ese país, quien agregó: “River es un gran equipo, está muy motivado y si gana se colocará cerca de la clasificación”.
Si bien el América venció a River como visitante hace dos semanas con un gol del colombiano Frankie Oviedo –una nueva victoria le asegura el pasaporte para la segunda ronda– y mañana tendrá la ventaja de ser local en una cancha muy difícil, el estadio Azteca, a 2500 metros de altura sobre el nivel del mar, el entrenador Manuel Lapuente pronosticó como muy difícil el partido ante los argentinos.
Para el encuentro de mañana, los mexicanos no contarán con el delantero Jesús Mendoza, convocado para la selección que enfrentará esta semana a Albania, pero las demás figuras estarán en la cancha, entre ellas el chileno Iván Zamorano, el uruguayo Marcelo Lipatín y el colombiano Frankie Oviedo.