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River se aprovechó de las debilidades de Vélez y volvió a ganar en el campeonato gracias a un gol de Lucas Alario, que regresó de la lesión en el hombro con su romance intacto con el gol. Por su parte, el equipo local jugó bien, pero pagó caro la falla de su arquero y sus malas definiciones. Marcelo Gallardo le dio descanso a la mayoría del equipo titular, luego de la visita a Chapecoense, en Brasil, y antes de afrontar el partido de ida de las semifinales de la Copa Sudamericana ante Huracán, el próximo jueves. Sin embargo, terminó lamentándose por la molestia muscular con la que terminó Ponzio. En cambio, el conjunto de Liniers afrontó el partido con la máxima ambición, luego de la confirmación de que Miguel Angel Russo ya no será el entrenador la próxima temporada.

Las realidades tan diversas no parecían tales en el plano local. Vélez lo arrinconó en los primeros momentos y Fabián Cubero, que volvía luego de la lesión en el menisco de su rodilla, estuvo cerca de quedar de cara al gol, tras un centro de Cufré. Luego lo tuvo Vázquez de cabeza y Yamil Asad en dos oportunidades, aunque el mediocampista no tuvo la capacidad goleadora que mostró ante Lanús. Un disparo débil del uruguayo Viudez y una chance de Javier Saviola fue lo poco que mostró el campeón de América.

En el complemento, los juveniles siguieron yendo, con más velocidad que ideas claras, pero fue River el que tuvo las chances más claras. Somoza se equivocó en la salida y el centro de Martínez terminó con un zurdazo de Casco explotando contra el palo. El mediocampo comenzó a ser a de tránsito rápido y eso permitió que Toledo, en un contraataque, fallara la chance de marcar su primer gol en Primera. Por esa vía también lo tuvo Saviola, que la armó bien con Martínez, pero lo perdió con todo el arco a su merced. Alario, en cambio, no perdonó la que le quedó tras el error de Aguerre, y liquidó el partido.