DEPORTES › BOCA LE GANO 2-0 A CENTRAL Y SE QUEDO CON EL TITULO DE LA COPA ARGENTINA
El equipo del Vasco Arruabarrena sumó en Córdoba su segundo título en el semestre, ayudado por el árbitro del encuentro, que se equivocó siempre en contra del conjunto rosarino, y terminó desvirtuando por completo el trámite del partido.
› Por Facundo Martínez
No se le podría pedir un mejor marco a la final de la Copa Argentina, el torneo federal del fútbol argentino. El estadio Mario Kempes de la ciudad de Córdoba estaba colmado de hinchas de ambas parcialidades, a los que no les importó la lluvia que castigó a la ciudad y también dejó su huella en el campo de juego. El contexto espectacular del partido tuvo su contrapeso en un arbitraje flojísmo de Diego Ceballos, que desvirtuó el partido al no cobrar primero un penal sobre Larrondo, luego le anuló un gol a Rubén en una jugada con polémica y, para rematarla, cobró un penal por una falta afuera del área contra Peruzzi –que le permitió a Lodeiro abrir la cuenta a los 52–, y no vio la posición fuera de juego de Chávez, en la jugada que, a los 89, le permitió a Boca estirar la ventaja. Así ganó Boca su segundo título del semestre.
Fue Boca el que tomó la iniciativa en el arranque, bien parado en el medio y con Tevez y Calleri imponiendo su presencia amenazante en la zona de peligro. Sin embargo, Ruben apareció con una buena habilitación para Larrondo y los rosarinos generaron la primera llegada clara sobre el arco de Orion. Cata Díaz tocó abajo al delantero, haciéndole perder la estabilidad pero el árbitro Diego Ceballos juzgó que no hubo penal.
Esa jugada funcionó como un trampolín para el equipo de Coudet, que se despertó de golpe y se le fue encima a Boca, obligando a los dirigidos por Arruabarrena a cortar con faltas. El partido se calentó y así Pérez vio la amarilla que lo condicionó para el resto del partido.
Aprovechando la pesadez de la cancha y el hecho de que Central no terminaba de armar su circuito de juego en la zona media, donde se extrañaba la presencia de Neri Domínguez, Boca logró recuperar la iniciativa para acercarse nuevamente al arco de García. De todas maneras, le faltaba claridad y que tanto Tevez como Calleri entraran más en juego. Los rosarinos, por su parte, intentaban casi siempre por la izquierda, con la salida de Villagra y la colaboración de Fernández, siempre dispuestos a descargar sobre Larrondo o Cervi. Por esa franja, Central logró equilibrar el trámite. Ruben, por momentos aislado, igual se las ingeniaba para complicar por el otro lado.
Central llegó al gol en una jugada de pelota parada, a los 37. Ejecutó Cervi, cabecó Ruben y la puso arriba, sobre el travesaño. Pero Cevallos lo anuló. El juez de línea Marcelo Aumente –ex jugador de Excursionistas– había levantado la bandera para cobrar una polémica posición fuera de juego de Larrondo, que también participa de la jugada.
A los 52, Ceballos volvió a equivocarse contra Central y a favor de Boca. Cobró penal por un agarrón de Ferrari –ingresado por Villagra– a Peruzzi claramente fuera del área. No le importó la injusticia a Lodeiro, que ejecutó sobre el palo derecho de García, que se tiró al otro lado.
Central tuvo el empate enseguida, con un cabezazo tremendo de Ruben, que Orion logró sacar por arriba del travesaño.
Con la ventaja, Boca se paró para liquidarlo de contraataque. Por esa vía lo pudo hacer Lodeiro, que probó con un zurdazo bajo desde afuera que obligó a García a sacar al corner. Central no se rendía. Montoya se metió de lleno en el partido y con él creció el mediocampo del conjunto rosarino, que poco a poco se fue plantando en campo rival. Boca comenzaba a pagar cierto desgaste físico. Calleri no tenía resto para aprovechar las contras, y así toda la responsabilidad ofensiva fue recayendo en Tevez, que en cada ataque iba perdiendo claridad.
Larrondo volvió a ganar de arriba a los 83 y tuvo el descuento, pero su cabezazo se fue por arriba. A esa altura del partido, tal como había ocurrido en la primera parte, Central entregaba una mejor imagen que Boca. Jugaba mejor la pelota y no dejaba de proponer su juego, orientado por Coudet –expulsado en la primera parte por protestar– con un handy desde la platea. Chávez lo remató a los 89, habilitado por Meli y en posición fuera de juego.
“Es el fruto del trabajo de los jugadores”, dijo el Vasco Arruabarrena, al finalizar el encuentro. Coudet, por supuesto, lo vio desde otra óptica: “No es justo perder así, nos la sacaron la final, no la perdimos”, se quejó el DT de Central.
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