El sorteo de la Copa Libertadores llevado a cabo en Luque, en las afueras de Asunción del Paraguay, dejó marcado el camino que deberán recorrer los seis equipos argentinos que participarán de la edición 2016 del máximo certamen internacional.

Todas las zonas tienen su grado de dificultad, pero antes de pensar en esa fase de grupos, Racing y Huracán deberán afrontar los repechajes, a los que accedieron como ganador de la Liguilla Pre-Libertadores, el conjunto de Avellaneda, y por ser el equipo argentino que más lejos llegó en la Copa Sudamericana, en el caso del club de Parque Patricios.

A Racing le tocará eliminarse con los mexicanos de Puebla. A la hora de evaluar que no fue el rival ideal, tanto los directivos como los jugadores señalaron lo largo del viaje para llegar a la cancha donde hace de local el equipo que dirige el argentino Pablo Marini. Son diez horas de vuelo hasta el DF y otro par de horas de micro para arribar a Puebla. También se refieren al poderío económico de aquella entidad, manifestado en las obras de remodelación efectuadas en el estadio Cuauhtémoc e inauguradas con el partido ante Boca del 18 de noviembre pasado, y en las contrataciones. Allí militan el arquero Cristian Campestrini (de recordado paso por Arsenal), Matías Alustiza (ex Chacarita) y el recientemente incorporado Mauro Cejas. Entre las ventajas para la Academia sobresale la de definir la serie en el Cilindro.

Si el conjunto de Sava supera la llave deberá ir a buscar su pase a octavos de final nada menos que ante Boca, Bolívar (Bolivia, con los argentinos Damián Lizio y Gerardo Yecerotte) y Deportivo Cali (Colombia, que tiene por DT a Fernando “Pecoso” Castro y que sumó al ex Temperley Fabián Sambueza y dejó ir a Vélez al ex River Cristian Nasuti). Boca-Racing aseguran partidos imperdibles dada su añeja rivalidad. Para los que conforman el grupo, el equipo boliviano de Bolívar suma un fantasma temido por todos: la altura. Hacia allá tendrán que ir a sacarle puntos a un equipo que posee en la localía su mayor fortaleza. Los colombianos de Deportivo Cali son una incógnita, aunque la calidad de los jugadores de aquellas latitudes hace que esos equipos sean siempre difíciles de superar. Obviamente, si en lugar de Racing entra Puebla, los escollos para Boca, Cali y Bolívar serán los reseñados anteriormente.

A priori, Huracán tiene un repechaje accesible ante los venezolanos de Caracas (allí juega Fabián Bordagaray). Al contrario de Racing, el Globo debutará de local e irá a Venezuela a definir quién pasa a la fase de grupos. El que clasifique se integrará al grupo 4, donde esperan Peñarol (donde juega el ex Colón Carlos Luque), Sporting Cristal (tiene en sus filas al zaguero Matías Martínez y al delantero César “Picante” Pereyra) y Atlético Nacional (conducido por Reynaldo Rueda y con Franco Armani defendiendo su arco). La zona presenta un equilibrio que hace difícil pronosticar cuáles equipos irán a octavos. Todos tienen chances.

El campeón defensor, River, fue a parar a un grupo referenciado como muy accesible. En él estará los bolivianos de The Strongest, dirigidos por el argentino Pablo Caballero y con la presencia de dos jugadores compatriotas: Federico Pereyra y Bernardo Cuesta. Aunque la dificultad mayor para el subcampeón mundial será la altura de La Paz, donde Strongest juega de local. Respecto de Trujillanos se puede decir que el equipo venezolano no pasa un buen momento, puesto que llegó a su pico de rendimiento en el primer semestre de 2015. Horacio Matuszyczk (ex jugador de Boca y Racing) es su técnico y allí se desempeñan Sebastián Contreras, Sergio Alvarez y Gustavo Britos. El cuarto integrante saldrá del repechaje entre San Pablo y César Vallejo. De más está decir que el equipo brasileño es amplio favorito para pasar a la ronda de grupos, objetivo que reforzó con la contratación de Edgardo Bauza, un técnico copero que ganó la Libertadores dirigiendo a Liga de Quito y a San Lorenzo de Almagro. Esa búsqueda de desarrollar un gran papel en la Copa hizo que también retuvieran al ex Racing Ricardo Centurión y que pretendan sumar a Julio Buffarini y Néstor Ortigoza.

A San Lorenzo le pasó lo de mismo del año pasado. El azar no lo acompañó y volvió a caer en lo que se definió unánimemente como el “grupo de la muerte”. Estarán Gremio, la Liga de Quito que ahora dirige Claudio Borghi y donde juegan Diego Morales y Juan Cavallaro, y Toluca. Los mexicanos tienen como entrenador a José Saturnino Cardozo y en su plantel sobresalen el goleador Enrique Triverio, Lucas Lobos, Nicolás Saucedo y Darío Bottinelli. A estas dificultades los rivales agregan el extenso viaje para llegar hasta la ciudad homónima donde juega de local como algo ideal para evitarlos.

Al subcampeón de la Copa Argentina, Rosario Central, tampoco lo ayudó la suerte. Jugará ante Nacional (Uruguay), Palmeiras y al vencedor del repechaje entre Universidad de Chile y River de Montevideo. El muy buen andar que tuvo el equipo de Eduardo Coudet el año pasado, de la mano de la potencia goleadora de Marco Ruben, se las verá con un conjunto brasileño enriquecido con tres argentinos: Pablo Mouche, Jonathan Cristaldo y Agustín Allione. El equipo uruguayo de Nacional tuvo un excelente 2015 y busca reverdecer las glorias que lo llevaron a ser el único equipo suda- mericano que tiene en sus vitrinas tres copas intercontinentales. El cuarto en discordia saldrá del choque del debutante Racing de Montevideo –cuyo técnico es Juan Ramón Carrasco– con la U, ahora dirigida por Sebastián Beccacece y que pretende incorporar a Leandro González Pires y concretar el regreso a la institución de Walter Montillo para sumarlos a Matías Rodríguez, Gustavo Lorenzetti y Leandro Benegas, los otros argentinos del plantel.