Un filósofo, rockero, fana de Independiente, por estos tiempos habitante de Wilde, partido de Avellaneda, y que responde al nombre de Norberto, al apellido de Verea y al apelativo de Ruso, enfatiza certeramente que “no hay campeonato de hinchadas”.

Esto a propósito de las decenas de miles de simpatizantes de River que viajaron a Japón para ver un gol de Alario en ciento ochenta minutos y que los superfluos de siempre compararon con contingentes anteriores de Boca y de San Lorenzo, insistiendo en que los riverplatenses los superarban en cantidad.

Pero la cosa no se limitó a contar cuántos eran los unos y los otros, ya que utilizando como excusa berreta actitudes de Messi y Mascherano durante el partido final, no tuvieron mejor idea que escupir, abuchear y demás a los dos argentinos que juegan en Barcelona, lo que solamente puede ser reivindicado por quienes pretenden que los futbolistas hagan lo que a los hinchas se les ocurra.