Comenzó el camino de Boca en la Copa Libertadores, el certamen cuya conquista fue definido como el objetivo a obtener en el semestre. Y el debut pasó con un empate en cero, en Colombia, ante Deportivo Cali.

En el arranque del partido, el Xeneize logró imponer el ritmo, asegurando el manejo de la pelota con pases cortos. A partir de esa idea se encontraron Lodeiro y Tevez y entre ambos fabricaron a los 4 minutos la primera llegada del elenco de Rodolfo Arruabarrena, pero Silva le pegó con la derecha, su pierna menos hábil, y la mandó por arriba del travesaño.

Con Tevez como abanderado, el equipo argentino insistió con la fórmula, que le dolía al local, cuyos hombres abusaron del juego brusco para cortar los circuitos que fabricaba Boca. Por una de esas faltas quedó maltrecho Lodeiro, quien fue reemplazado por Pérez. Iban apenas 10 minutos.

La modificación no alteró los planes de los visitantes, a quienes a esa altura sólo les faltaba encontrar mayor profundidad. Aunque sobre los 23 minutos, un cabezazo de Palacios tras un centro de Molina se fue muy cerca del palo derecho de Hernández.

Recién a los 32 minutos, los locales tuvieron su primera llegada, luego de que Díaz arribara tarde a un cierre y Roa rematara apenas desviado. La acción templó los ánimos de los colombianos, que empezaron a disputarle la pelota a Boca en el mediocampo y a construir más juego. Sin embargo, los dirigidos por el Vasco tuvieron el gol cuando Pérez habilitó de espaldas y de taco a Tevez, quien picó por la izquierda, con un enganche hizo pasar de largo al marcador y quedó sólo ante el arquero. Pero extrañamente, remató por arriba del travesaño. En el minuto siguiente (39), Palacios probó de larga distancia y encontró una buena respuesta del arquero de Cali.

Sobre el final del primer tiempo, Cubas no pudo controlar un despeje de Insaurralde y Preciado le quitó la pelota, corrió y sacó un potente derechazo, que no fue gol porque el poste izquierdo completó lo que había empezado el manotazo de Orion.

Fue distinta la actitud de Cali en el complemento. Con mayor intensidad, se adelantó en el campo, dividió el manejo de la pelota y puso en más aprietos a los defensores del Vasco. Boca mantuvo su plan, pero con el correr de los minutos comenzó a mostrar grietas en su andamiaje defensivo. En una de ellas Orion le tapó el gol a Borré, quien un minuto después desvió su remate desde una posición muy favorable.

Hasta el final del encuentro, ni Boca ni Cali tuvieron contundencia para definir lo poco que crearon, y esa escasez de potencia, y en algunos casos de puntería o de lentitud para definir, tornó inmodificable el 0-0, que resultó un premio para el local.