El sufrimiento del final hizo todavía más épica la victoria de Vélez ante Belgrano, en un estadio Mario Alberto Kempes con un campo de juego a la miseria. El conjunto de Liniers, que tiene un partido pendiente y podría prenderse, no ganaba en Córdoba desde el Apertura 2011. En cambio, al equipo de Ricardo Zielinski se le acabó el invicto de local en el torneo.

El partido arrancó de ida y vuelta. A máxima velocidad. Porque el Pirata salió a hacer de las suyas, pero se desprotegió mucho atrás. Así, luego de que Etevenaux estrellara un tiro libre en el travesaño, llegó la apertura a través de Alvarenga, en un contraataque de manual. Porque Pavone cortó, Correa habilitó, Toledo aceleró y el juvenil sentenció debajo del arco para hacer un gol calcado al que le hizo a San Lorenzo en la cuarta fecha.

El dueño de casa pareció no amedrentarse, pero volvió a tropezar con la misma piedra. Porque cinco minutos después lo buscó con Obolo, pero su definición de volea encontró nuevamente el travesaño. Y como si ese golpe de suerte fuera un déjà vu, en otro contraataque volvió a festejar la visita. Porque Aguerre voleó rápido, falló Lema, quien no se entendió con Barrios, y Pavone capitalizó la falencia con una definición sutil que significó su cuarta conquista en el certamen. Correa con un zurdazo y otra aparición de Pavone estuvieron cerca de cerrar la faena y sentenciar.

Insólitamente, el travesaño apareció por tercera vez, a los 35 minutos, para impedir el gol de cabeza de Velázquez. La única nota negativa de la etapa inicial para Vélez fue la lesión de su goleador, Pavone, quien sintió las inclemencias de un campo de juego en pésimo estado y debió salir por una lesión que podría ser grave. El recital de Iron Maiden y el clásico entre Talleres e Instituto terminaron de destrozar un césped que tendrá dentro de poco más de una semana a la Selección recibiendo a Bolivia por la sexta fecha de las Eliminatorias Sudamericanas.

En el complemento se mantuvo la vorágine y la fortuna fortinera. Porque el disparo de Correa, que en la primera etapa había pasado cerca, esta vez pegó en el palo y fue adentro. Para colmo, Toledo seguía imparable. Sin embargo, una inocentada de Alvarenga derivó en su expulsión. Con uno más, Belgrano se agrandó y encontró su premio con un cabezazo de Bolatti. Las piernas cansadas de lidiar contra la arena y los rivales, las chances falladas, jugadores lesionados que no pudieron ser reemplazados y el tanto de Lema en el descuento, le dieron más valor a un triunfo que ilusiona.