Independiente y San Lorenzo jugarán hoy el clásico de la fecha 13. Un partido en el que ambos equipos buscarán la victoria: el local, para quedar a un punto de los líderes, y la visita, para continuar ocupando el primer puesto de la tabla de posiciones, y de esa manera obligar a Godoy Cruz a vencer a Arsenal, para no perderle pisada. El equipo que conduce Pablo Guede llega de la mejor manera luego de la victoria ante Huracán. “Llegamos muy bien anímica y futbolísticamente. La verdad que se vienen ganando partidos importantes. Y el próximo es el más importante de todos, porque volvemos a jugar un clásico y es el partido a tratar de ganar para reconfirmar lo bueno que venimos haciendo”, sostuvo Matías Caruzzo, en diálogo exclusivo con Página/12.

El buen momento que atraviesa San Lorenzo no oculta el no haber pasado la fase de grupos de la Copa Libertadores, al igual que en la edición del año pasado. “Nos tocó quedar afuera de la Copa y la verdad es que tratamos de asimilarlo lo más rápido posible sabiendo que fue un golpe duro, difícil. Al margen de que se hable que el grupo era difícil o no, nosotros pensábamos estar jugando hoy octavos de final”, afirmó el defensor central, que se recuperó de una conjuntivitis por la que había entrenado diferenciado en la semana, y será titular. Y agregó: “Tampoco debemos quedarnos con eso ni con el buen nivel que se demostró en el inicio del año en la Supercopa. El fútbol tiene estas cosas y hay que seguir peleando, batallando, por el torneo local”.

Salir victorioso de este clásico sería un gran envión para un equipo que no se rinde ante la adversidad. “Somos un equipo que siempre tiene las mismas ganas de ganar, de conseguir cosas, de pelearlas. Un plantel que siempre quiere pelear todo lo que juega, como todos los equipos. Tenemos esa ilusión de pelear este torneo hasta el final, y la mejor manera es tratar de seguir por este camino”, aseguró el ex zaguero de Boca.

Del otro lado estará un conjunto que necesita una victoria para no quedar afuera de la lucha por el campeonato. En relación al rival, Caruzzo aseveró: “Enfrentamos a un Independiente que primero y principal es un clásico. Es un partido importante tanto para nosotros como para ellos.

Debemos ir a su cancha a tratar de hacer un buen partido, ser lo más inteligentes posibles para ir y conseguir ese resultado positivo que para nosotros sería obtener un triunfo en su cancha”. Para el local es un partido especial. El 15 de junio de 2013, Independiente perdió 1-0 ante San Lorenzo, con gol de Angel Correa, y descendió a la B Nacional. “Yo no conformaba ese plantel entonces no sé si es especial, como tampoco sé si lo es para ellos. Me parece que son diferentes momentos, distintas situaciones: los dos peleando por un lugar en las primeras posiciones para tratar de terminar lo más arriba posible, y poder ganar cada uno su grupo”, explicó el defensor surgido en Argentinos. Y aclaró: “Me parece que sólo hay que remitirse a este partido y no a los anteriores”.

Por su parte, el entrenador de Independiente, Mauricio Pellegrino, apuntó: “Hicimos muchas cosas buenas, por eso llegamos al final del torneo con posibilidades. Hace tiempo que este club está tranquilo, y somos conscientes también que ante San Lorenzo es nuestra última chance”.

En cuanto a las formaciones, Independiente no tendrá al mediocampista uruguayo Cristian Rodríguez, quien se desgarró en el recto anterior de la pierna izquierda (su sexta lesión muscular en siete meses), en el clásico de la fecha pasada con Racing, y estará un mes inactivo.

Su lugar será ocupado por su compatriota Diego Vera, la única variante para este encuentro. Por el lado de San Lorenzo, Fernando Belluschi superó una lesión muscular (se había perdido el clásico con Huracán) e ingresará por Franco Mussis, mientras que Martín Cauteruccio reemplazará a Ezequiel Cerutti, suspendido por haber llegado al límite de cinco amarillas.

En el amplio historial de 170 partidos lleva una ventaja Independiente, con 66 encuentros ganados; el equipo de Boedo ha conseguido 56 victorias y hubo 48 empates.

Informe: Pedro Ruiz de Galarreta.