A la eliminación de la Copa Libertadores y el flojo desempeño en el torneo de Primera División, River sumó ayer la confirmación de que Andrés D’Alessandro sufrió una distensión muscular en el isquiotibial de la pierna derecha de grado uno y se perderá los dos partidos finales de la competencia doméstica, frente a Gimnasia, el sábado próximo, y ante Arsenal, el fin de semana siguiente.

El plantel de River comenzará sus vacaciones el 23 de mayo, por lo que el enganche realizará parte de su recuperación en período de licencia de manera personal con una rutina especial que le dejará el cuerpo médico y técnico, tal como había dicho Marcelo Gallardo tras la derrota 2-1 ante San Lorenzo. “Vamos a hacer un trabajo especial en la pretemporada con Andrés para que pueda adaptarse al fútbol argentino y toda la fricción que existe”, fue la frase del Muñeco.

Las lesiones fueron una constante en el semestre de River, al punto que solamente en el primer partido el técnico contó con la totalidad del plantel a su disposición. Después, en las veintiún presentaciones siguientes, hubo al menos un jugador en el parte médico.

Más allá de las novedades en cuanto a la enfermería, en Núñez ya están abocados a los que algunos denominan “refundación”. Y aunque todavía no salieron a la luz los nombres de los jugadores que dejarán la institución –salvo los casos ya conocidos del arquero Marcelo Barovero y del lateral Leonel Vangioni, quienes finalizan sus contratos y hace rato anunciaron que nos los renovarían– como tampoco de los posibles refuerzos, ya nadie niega que habrá un recambio. Sobre esto y la actualidad de River en el plano futbolístico salió a hablar Enzo Francescoli, secretario técnico.

“Gallardo está bien, tranquilo, pero molesto y con ganas de revertir la situación. Desde mi punto de vista, él tiene todo muy claro y una gran personalidad. Con el correr del tiempo lo veo mucho más seguro que al principio”, aseguró el uruguayo en el programa Jogo Bonito.

Francescoli manifestó que aún no se reunió con el técnico para hablar acerca de las necesidades de refuerzos, pero no imagina un éxodo “tan grande” de jugadores cuando termine el semestre. “No podemos cambiar diez o quince jugadores. En el mercado no hay tanto para buscar. Hay jugadores que estuvieron bárbaro los primeros meses y después bajaron un poco. Es difícil mantener la regularidad en este fútbol argentino. Habrá que ver caso por caso. Se habla de que se van seis o siete jugadores, pero no creo”, indicó.