No hay mucho dinero en los clubes, se sabe, pero pese a ello el mercado de pases es el protagonista central del cambio de año en el fútbol argentino. Esta vez, en todo caso, la expectativa está puesta en los pases que parecen no poder hacerse: Ernesto Farías y Mariano González son los jugadores más codiciados en el fútbol vernáculo, pero los valores pretendidos obligan a trazar obras monumentales de ingeniería financiera con tal de poder contratarlos. Pero tampoco es seguro que esas obras no vayan a derrumbarse.
Farías, el delantero de 23 años oriundo de Trenque Lauquen, es el jugador que todos codician, ya que su condición de goleador del torneo Apertura (sumó doce tantos pero podría ser alcanzado por el riverplatense Fernando Cavenaghi, ya que su equipo tiene dos partidos pendientes) elevó su status, aunque también su cotización. Por eso los 5.000.000 de euros que demanda el presidente de Estudiantes, Julio Alegre, aparecen como inalcanzables para los clubes del ámbito local, aún los más poderosos.
Lo quiere Carlos Bianchi, porque admite que el principal déficit del campeón intercontinental es la falta de gol. Y también lo pretende Leonardo Astrada, que en su debut como técnico riverplatense no encuentra un reemplazante adecuado para el normalmente lesionado Marcelo Salas.
Inclusive Independiente, sin un peso en sus arcas, proyectó, a través de su animoso titular, Andrés Ducatenzeiler, una compleja negoaciación con sponsors que le pudieran acercar al club el efectivo necesario como para al menos hacer una oferta por el jugador.
El pase del tandilense González pertenece desde hace tiempo a un grupo empresario al que se lo cedió la gerenciadora de Racing, que ahora pretende potenciar su cotización antes de colocarlo en Europa. Por eso se pensó en la vidriera que puede ofrecer Boca, la que reforzaría lo que además podría generar el propio jugador en el Preolímpico de Chile, que comenzará el miércoles 7, aunque la Argentina debuta el jueves 8 ante Perú. Además de González, Racing se quedará sin Diego Milito ni Maximiliano Estévez, y por eso pretende al delantero de Banfield Daniel Bilos.
Desengañado con Farías, Independiente está muy cerca de repatriar al argentino nacionalizado ecuatoriano Ariel Graziani, diez años mayor. A Pastoriza, evidentemente, no le preocupa contratar jugadores veteranos, ya que insiste con Carlos Navarro Montoya (que en febrero cumple 38 años) aunque el presidente de esta entidad, Luis Barrionuevo, ya anunció que no lo va a ceder “ni a palos”.
San Lorenzo también está buscando un centrodelantero, para cubrir el hueco que dejó Alberto Acosta al retirarse, y perderse al ex Central Luciano Figueroa, contratado por el Cruz Azul de México. Rodrigo Astudillo, otro de los delanteros con los que cuenta Néstor Gorosito, emigrará a Ecuador.