DEPORTES
› OPINION
Besos en la mejilla
› Por Diego Bonadeo
Oxigenaciones e intoxicaciones en la transición entre el 2003 que se iba y el 2004 que llegaba. Mientras la incansable y corajuda Graciela Ocaña era convocada por Kirchner para manejar el PAMI, en la Suprema Corte, la dupla Zaffaroni-Argibay –pareciera, por apellidos y fonética, la pareja de zagueros de algún equipo de la década del cuarenta– aparece como punta de lanza para el desguace de la obscena mayoría automática de la segunda década infame.
Y no es que arbitrariamente “todo tenga que ver con todo”, como insiste con entusiasmo Pancho Ibáñez, el atildado locutor-conductor que, al decir de Adolfo Castelo, es el único tipo del mundo que se plancha los vaqueros, pero muchas veces es inexorablemente así. Por el fútbol y esta sección del diario, viste. El PAMI tiene que ver con Barrionuevo, por ejemplo, presidente de Chacarita, y con Nosiglia –y además ellos tienen que ver entre sí–, quien en su momento participó de la campaña de Mauricio Macri hacia la presidencia de Boca, promediando la década del noventa. Y, bizarra comparación con defensores de clubes de años atrás aparte, Zaffaroni-Argibay representan la necesidad de una Justicia de verdad, que necesita inexorablemente de un correlato hacia abajo, para que quienes tengan a su cargo el deber y el derecho de aplicarla no permitan intoxicar el oxígeno que, como tan sabia y gráficamente puntualizaba Carlos Gorostiza, entrevistado por Graham-Yooll en la edición de ayer, que nos permite una “esperancita”.
Es que con el 2003 yéndose, a la vista y paciencia de quien quisiera leer, oír o ver, el amigovio de la agente policial, varios días antes prófugo de la justicia de Mariano Bergés y barrabrava de Boca, Rafael Di Zeo, se abrazaba y besaba –es cierto que en las mejillas– con integrantes de las fuerzas de seguridad que supuestamente lo tenían detenido bajo su responsabilidad como “agentes del orden”, como festejando más que nada su libertad, que la llegada del 2004. Sólo se trata de encontrar los cabos sueltos y de tratar de unirlos. Casi todo tiene que ver con casi todo. Las oxigenaciones e intoxicaciones, también.