DEPORTES
› OPINION
Otros curros de fin de año
› Por Diego Bonadeo
Vaya uno a saber a quién se le ocurrió, o a instancias de quién o de quiénes, con qué respaldos económicos e institucionales, y con qué finalidad aparte de hacer negocios y acumular poder, inventar el sello de Federación Internacional de Historia y Estadísticas de Fútbol (IFHHS). Lo cierto es que al fárrago de entidades que en todo el mundo, aprovechando el fin de cualquier temporada –en este caso ésta–, aprovechan para elegir cualquier cosa –desde el cantante más desafinado hasta el investigador menos simpático– se le ha sumado esta IFHHS que decidió inventar un ranking, más o menos paralelo y más o menos tan poco serio como el de la FIFA, tomando en cuenta la cantidad de equipos de clubes que cada país tiene o tuvo, en el pasado inmediato, jugando torneos continentales.
Y esta estadística da primero a Italia, segundo a España, tercero a Inglaterra, cuarto a Brasil y quinto a la Argentina. A continuación, aparecen Francia, Alemania, Holanda, Portugal y Escocia.
No vale la pena ponerse a hurguetear en todo lo que en el mundo sucedió futbolísticamente a nivel de clubes en los últimos meses, para determinar el grado de seriedad de esta, por lo menos curiosa, tabla de posiciones de la Federación Internacional de Historia y Estadísticas de Fútbol, que seguramente tendrá entre sus integrantes una abrumadora mayoría de personajes, que lo más parecido a una pelota que han tenido en el empeine de sus zapatos hayan sido los cordones, o a lo sumo, el cepillo de algún lustrabotas del tercer mundo. La tal Federación Internacional de Historia (IFHHS) no lo justifica.
Y todo esto mientras ciertas corporaciones de analfabetos futbolísticos del primer mundo decidieron que el más que peyorativo balón de madera del 2003 sea para Rivaldo, como si hubiera sido el peor de la temporada. Y como Rivaldo es de los mejores, también por paladar, decidió volver a las fuentes. Y volvió a la cultura futbolera del potrero. Y firmó para el Cruzeiro.