Guillermo Coria y David Nalbandian, los astros del tenis argentino, debutaban anoche con suerte dispar en el Abierto de Australia, primer Grand Slam del año, donde Paola Suárez, Gastón Gaudio, Juan Chela y Mariana Díaz Oliva empezaron con buen pie. En la madrugada hacía su presentación Guillermo Cañas.
Mostrando un evidente bajo rendimiento, Coria dejó pasar su saque estando 5-3 arriba en el primer set, para perderlo finalmente 7-6 (9-7) en el tie-break ante el francés Cyril Saulnier, que en el segundo parcial aprovechó el quedo del santafesino, aún molesto de su lesión en el abdomen, para ganarlo también 6-2 en la medianoche argentina. En cambio, Nalbandian no tenía mayor inconveniente para ganar 6-2, 6-1 los dos primeros sets de su encuentro ante el brasileño Ricardo Mello. Más temprano, Paola Suárez había superado sin problemas a Gisela Dulko 6-2, 6-2.
En la jornada anterior, la primera del certamen, Gaudio se impuso en un buen partido 6-3, 6-2 y 7-6 (8-6) a un rival que llegaba a Melbourne en un gran estado de forma, el español Tommy Robredo. “Ojalá éste sea el Gaudio de 2004 –dijo–. Estuve trabajando toda la pretemporada para eso, para olvidar lo de Málaga –donde perdió sus dos partidos de las semifinales de la Copa Davis frente a España– y el año horrible que fue el pasado”.
El argentino, que llegó al primer torneo de Grand Slam de la temporada como número 34 del mundo, realizó un partido muy serio, sin altibajos, en la línea con la que pretende volver a los primeros puestos del ranking. “Voy a ver si doy el salto”, se aventuró Gaudio, que ya fue 19º del mundo y que sueña con el top-ten. “Hoy jugué muy bien, pero por encima de los tiros, que nunca me preocuparon, estoy contento con mi actitud.”
En el tercer set, con el partido prácticamente en el bolsillo, el argentino cometió una doble falta que le complicó el set. Sin embargo, no se descompuso, recuperó el control del juego y acabó adjudicándose el partido. “En otro momento –aseguró–, hubiera tirado ahí la raqueta.”
Gaudio volverá a tener una difícil prueba en la segunda ronda, donde se enfrentará al jugador eslovaco Dominik Hrbaty, que lleva ya 11 victorias consecutivas esta temporada: con las diez primeras encadenó los títulos de Adelaida y Auckland.
Chela se impuso 6-4, 6-3, 3-6, 6-3 al georgiano Irakli Labadze, en un partido incómodo en el que al argentino le costó encontrar el ritmo. “Fue un partido muy raro porque no daba ritmo”, explicó el jugador, que de cualquier modo se mostró “muy conforme con su nivel”. “Lo tenía dominado. Inclusive quebré el saque en el primer game del tercero. Pero de pronto me vi 1-4 y no entendía nada. Por suerte después pude volver, recuperé la confianza y lo pude definir”. Chela se enfrentará por un lugar en tercera ronda con el estadounidense Taylor Dent, un jugador tremendamente agresivo.
Menos suerte tuvo José Acasuso, que sólo pudo presentar batalla en los dos primeros sets ante el tailandés Paradorn Srichaphan, 13º favorito, que se impuso 7-5, 6-4, 6-0. Entre las mujeres, la representación argentina perdió a Clarisa Fernández, que no pudo con la austríaca Barbara Schett tras sentir unas molestias en surodilla derecha que arrastraba desde Auckland. “Lo que tengo es complejo. Me va a ver un especialista, es un lío bárbaro.” La nota positiva la puso Díaz Oliva, que avanzó de ronda al derrotar a Alina Jidkova 6-2, 7-6 (7-5). Su próxima rival será la colombiana Fabiola Zuluaga, 32ª del mundo.
Entre los favoritos, la mayor sorpresa la dio hasta el momento el alemán Rainer Schuettler, finalista el año pasado, que cayó en primera ronda frente al joven talento sueco Robin Soderling en cinco sets. No se dejaron sorprender los dos números uno del mundo. El estadounidense Andy Roddick superó el complicado obstáculo que tenía en primera ronda, el chileno Fernando González, mientras que la belga Justine Henin-Hardenne arrasó por un doble 6-0 a la austríaca Olivia Lukaszewicz.