Paola Suárez está dispuesta a sacrificar parte de sus éxitos en dobles para intentar convertirse en la segunda jugadora de la historia del tenis nacional en ubicarse entre las diez primeras del tenis mundial, después de Gabriela Sabatini. “Sí, porque número uno (en dobles) ya fui dos años, top-ten (en individuales) nunca. Sí, no tengan dudas”, dijo Suárez cuando se le preguntó si está dispuesta a privilegiar su rendimiento como singlista.
La pergaminense, campeona el sábado en el torneo de Canberra, está ya en la tercera ronda del Abierto de Australia, y mañana a la noche se medirá contra la suiza Patty Schnyder buscando los octavos de final.
Ganadora de cuatro torneos de dobles en Grand Slam junto a la española Virginia Ruano Pascual, con la que anoche jugaba ante la pareja compuesta por Gisela Dulko y Milagros Sequera, Suárez se ubica 14ª en el ranking individual de la WTA. Con 1673 puntos está a 624 de la décima, la estadounidense Chanda Rubin. “Estoy trabajando para eso (ser top-ten), y no fue un mal comienzo del año, vamos a ver”, dijo esperanzada. “Llegar a otra tercera rueda de un Grand Slam es lindo.”
Suárez conoce bien a su próxima rival. “Schnyder es dura, zurda. Fue top-ten, tiene todos los tiros. Saca muy bien, pero es un poco frágil de cabeza. En la tercera rueda ya te empiezan a tocar las buenas.”
Sólo Sabatini llegó a ser “top-ten” en el tenis femenino argentino, culminando varias temporadas como número tres del mundo.