Con los brazos abiertos, Alario y D’Alessandro esperan la llegada de Driussi para sumarse al festejo.

River avanzó anoche a los cuartos de final de la Copa Argentina al vencer a Arsenal por 1-0, con un gol convertido en el segundo tiempo por Alario, que tuvo la inesperada complicidad del arquero Pellegrino.

El equipo de Gallardo le está dando a este torneo la importancia que no le otorgó en las ediciones de 2014 y 2015, cuando quedó eliminado ante Central poniendo formaciones alternativas. Ahora, el premio mayor es un cupo en la próxima Copa Libertadores, y es el único camino para acceder al máximo torneo continental que le queda al conjunto de Núñez. Tamaña relevancia quedó de manifiesto en el once titular que presentó Gallardo, donde no faltó ninguno de los futbolistas que le dieron la Recopa Sudamericana y los primeros dos triunfos en el campeonato de Primera División, incluyendo a Milton Casco, recuperado de una lesión que le abrió un lugar al juvenil Olivera.

Desde el minuto inicial, River salió a jugar bien adelantado, proyectando a Moreira y a Casco, quienes formaron muy buenos tándem con Driussi y D’Alessandro por derecha y con Martínez y Alario por izquierda. Mientras los de Núñez se desplegaban en ataque, Arsenal eligió juntarse en su campo, para cortar los circuitos millonarios, dejando al solitario Rodríguez para aprovechar algún contragolpe. Estuvo a punto de hacerlo el delantero uruguayo, pero Batalla llegó antes para rechazar el pelotazo que habían filtrado a las espaldas de Mina y Maidana.

El monólogo de River cedió un poco después de los 15 minutos, porque Arsenal pudo imponer sus bloqueos y posicionarse más tiempo en campo rival, a la vez que su planteo encontraba un aliado en la falta de precisión en los pases y el abuso de los centros por parte del conjunto de Núñez. River revirtió esa situación pasados los 30 minutos, cuando retomó su despliegue ofensivo y produjo sus mejores pasajes de fútbol. Consecuencia de ello fueron las dos llegadas más claras de la primera etapa, salvadas espectacularmente por Pellegrino, responsable de que se fueran al descanso empatando en cero. La primera intervención del arquero de Arsenal fue tras un cabezazo de Alario en el segundo palo que salvó con un manotazo providencial, pero minutos después se lució volando hacia su derecha ante el remate de Fernández, a la salida de un tiro libre en el que River ensayó una jugada de laboratorio.

En el arranque del complemento, Arsenal mostró sus mejores momentos, ante un rival más pasivo. Sin embargo, los de Gallardo consiguieron la ventaja. Envió el centro Fernández, Pellegrino se equivocó al intentar cortarlo y la pelota cayó a los pies de Alario, que no desaprovechó el regalo y puso el 1-0. Seis minutos después, un derechazo de Fernández se estrelló en el travesaño.

Arriba en el marcador, River se tranquilizó y pasó a controlar el trámite, ante un Arsenal que mostró entusiasmo, aunque pocas ideas. Así las cosas, hasta el final del encuentro las expectativas quedaron reducidas a esperar si los de Núñez podían ampliar la diferencia. Crearon las chances, pero en una oportunidad el travesaño devolvió el cabezazo de Alario y en la mayoría les faltó estar finos en el toque final.