Sin las figuras habituales y con equipos alternativos, Boca y River se enfrentarán nuevamente hoy, en Mendoza, por la Copa Revancha, en un encuentro que cerrará el ciclo de verano que enfrenta a los grandes del fútbol argentino. Los dirigidos por Carlos Bianchi intentarán desquitarse de la derrota que los titulares sufrieron en Mar del Plata, ante un conjunto mayormente integrado por juveniles, que se llevaron el triunfo por 1-0. En cambio, el equipo dirigido técnicamente por Leonardo Astrada llega a esta instancia con la esperanza de obtener una nueva victoria en el Superclásico.
Los jóvenes de Boca, que buscan un puesto en la alineación titular de Bianchi, llena de consagrados, tendrán en este partido una inmejorable ocasión para destacarse con una gran actuación que les permita dar el salto que necesitan, si pretenden afirmarse en el plantel profesional boquense. El defensor Luis Perea, uno de los pocos titulares que será de la partida, consideró que “estos partidos sirven para tomar ritmo de competencia, además son clásicos y siempre es importante ganar”.
Por su parte, Leonardo Astrada, descomprimido de obligaciones luego de la victoria ante Boca, ya piensa directamente en la Copa Libertadores. Es por eso que casi no arriesgará titulares, y dejará que quienes arrastran lesiones intenten recuperarse. Marcelo Salas será uno de los ausentes por el desgarro en el isquiotibial que arrastra de la final de la Copa Sudamericana ante Cienciano. Marcelo Gallardo, se sabe ya, tendrá algunas semanas de inactividad a raíz de un desgarro en el aductor derecho. Sin embargo, los juveniles de River aguardan el choque con gran optimismo. El delantero José Sand afirmó que “ganarle a Boca siempre significa una satisfacción, y este grupo de jugadores está en condiciones de hacerlo otra vez”, señaló el joven delantero.
La formación de Boca no se parecerá en nada a la que se presentó ante San Lorenzo, y que en Mendoza cayó 1-0. Aquí las bajas son más importantes, y Bianchi está más preocupado porque las lesiones en cantidad demoran su trabajo, para poner a punto al equipo que este año saldrá a defender la Triple Corona obtenida. Carlos Tevez no será de la partida, pero quién podría volver es el brasileño Iarley. De cualquier modo, la expectativa por el choque entre los dos grandes no se ha quebrado en Mendoza, donde se hacen largas colas para obtener las entradas con anticipación.
En una ciudad donde los especialistas en fútbol dicen que la mitad más uno es de River, el Malvinas Argentinas se poblará pues querrán ver en vivo y en directo si los chicos de Astrada pueden repetir el triunfo de Mar del Plata. Un Boca-River a estadio lleno, con más de 40 mil espectadores es lo que se aguarda para esta noche.