DEPORTES
› PROPONEN MODIFICAR LA PENA QUE CASI LO MANDA PRESO
Bilardo, un mal trago para olvidar
El “antidoping” de la botella estará listo mañana. El dislate tapó la floja demostración del equipo de La Plata, que vuelve a jugar hoy.
El ya famoso “gatorei con agua” de Carlos Bilardo sigue levantando polémicas. Mientras se espera para mañana el resultado de los análisis que ordenó la fiscal Claudia Barcia al líquido que contenía la botella de champagne que ingresó el entrenador a la cancha de River, el legislador porteño Jorge Enríquez opinó ayer que debe solicitarse “la modificación de la norma” contravencional que pena “la ingesta, el suministro o el ingreso de bebidas alcohólicas a todo evento deportivo o cultural de alcance masivo” que se desarrolle en Buenos Aires. Lo concreto es que con el gatorei y el antidoping a su botella, el técnico consiguió que no se hable de otro tema, quedando en un segundo plano los siete goles que recibió Estudiantes en los dos primeros partidos del Clausura.
La pretendida humorada de Bilardo de llevar una botella de champagne y un radiograbador para “disfrutar del espectáculo” generó un efecto contrario al que esperaba el entrenador. Además de que su equipo perdió 3-0 y se comió un baile bárbaro, el Doctor casi queda detenido porque en la platea del estadio estaban el legislador Enríquez y el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, que pidieron la intervención de un fiscal porque Bilardo estaba violando una norma vigente. En ese sentido, Enríquez aclaró ayer que su decisión estuvo justificada en un procedimiento judicial, más allá de que también consideró que la norma debe tener alguna modificación. “Los fiscales, con quienes he discutido bastante, sostienen que deben aplicar la norma mientras esté en vigencia”, señaló Enríquez, que pertenece al Partido Compromiso para el Cambio que lidera el empresario y presidente de Boca, Mauricio Macri.
“Hay que buscar el equilibrio. La norma merece una modificación cuando se trate de un festejo, como la apertura de una botella de champagne”, señaló Enríquez, que puso como ejemplo la situación que se vivió en el Lawn Tennis, apenas a unas cuadras del estadio de River, cuando Guillermo Coria descorchó una botella de champagne para celebrar la obtención del ATP de Buenos Aires. “Se trata de salpicar a la gente, no de consumir”, indicó el legislador, que recordó también un ejemplo que se vivió en un test-match de Los Pumas. “Pasó lo mismo en un partido de Los Pumas con una marca de cerveza que patrocinaba la competencia en cancha de River, por lo cual se torna absurda la pena en los festejos. Nosotros sólo estamos tratando de combatir el consumo de alcohol”, comentó Enríquez.
Según aclaró el legislador, su encuentro del domingo con Ibarra fue casual, ya que ambos son hinchas de River. “Con Ibarra somos simpatizantes de River y, si bien pertenecemos a distintos segmentos políticos, los dos estamos dispuestos a hacer una oposición totalmente constructiva y nos abrazamos, según el entusiasmo que despierte el partido o por un gol como el de (Marcelo) Salas, a quien le hemos tomado afecto.”
Pese al revuelo que se armó, Bilardo continuó pregonando su flamante discurso de gozar del espectáculo, argumentando que ya no le importan los resultados de su equipo. De esa manera, pronunció frases tan desopilantes como “disfruté con el juego de River” o “no me interesa más la táctica, será todo improvisado”. En cambio, casi no hizo referencias a que su equipo marcha último, con un gol a favor y siete en contra, y que cada vez está más comprometido con el promedio del descenso. Lo bueno es que a partir de su repentino cambio, según aclaró, ahora ya no tiene problemas para dormir...
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