Y al final, el doctor tenía razón. La botella de champagne con la que Carlos Bilardo apareció en la cancha de River el domingo pasado no contenía alcohol sino que, tal como se lo dijo a la fiscal Claudia Barcia en el momento de la pseudodetención, el líquido era “gatorei” diluido con agua. Tras la pericia realizada ayer por los técnicos especialistas de la División de Laboratorio Químico de la Superintendencia de Policía Científica de la PFA, se determinó que el antidoping a la botella fue negativo, con lo que no hubo necesidad de una contraprueba. Justo a Carlitos no se le podía escapar ese detalle...
Tras el procedimiento realizado ayer en la dependencia policial de Huergo al 600, Bilardo se mostró muy satisfecho con los resultados y aprovechó la ocasión para disparar un tiro por elevación. “Fue una pérdida de tiempo. Hay otros temas más importantes de los que deberían ocuparse. El otro día tuve que ir a una fiscalía, hoy acá... pero hay que cumplir”, comentó el entrenador de Estudiantes, que en esta ocasión prefirió hablar con eufemismos para evitar la cargada: “Como ya lo dije desde un principio, era una bebida de manzana con alto contenido en sodio, usualmente utilizada por deportistas, más agua”. Dígalo, doctor, “era ‘gatorei’ con agua”.
De esta manera, con la comprobación de que no había alcohol en el envase, la causa quedará sin efecto y finalizará la intervención de la fiscal Claudia Barcia, del Juzgado de Instrucción Nº 11, que secuestró la botella e inició el sumario. Así se cerrará uno de los acontecimientos más grotescos que haya vivido el fútbol argentino en los últimos tiempos.