Siempre se habló de la gran cantidad de variantes que tiene Marcelo Bielsa para efectuar una convocatoria y para elegir a los titulares para un partido. Sin embargo, esa oferta no se traslada al puesto de arquero. Desde hace bastante tiempo, Argentina no tiene un nombre que garantice un rendimiento regular en esa posición, lo que convirtió al puesto en un verdadero desfile de apellidos, más allá de que alguno se haya instalado con mayor frecuencia en el lugar. Nombres como Pablo Cavallero, Roberto Bonano, Germán Burgos, Gustavo Campagnuolo, Sebastián Saja o Leonardo Franco pasaron sin haber logrado conseguir una adhesión más o menos masiva. Ahora, a esa disputa se suman jugadores que actúan en el medio local como Roberto Abbondanzieri, Franco Costanzo y, en menor medida, Carlos Fernando Navarro Montoya y Juan Carlos Olave. De uno de ellos saldrá el segundo arquero que completará la lista de Bielsa. Todos dignos aspirantes, pero ninguno con garantía absoluta de rendimiento.
Si bien se especuló con la posible baja de Pablo Cavallero, el entrenador decidió respetarle la trayectoria, más allá del flojo presente que muestra el arquero en el Celta. La valla más batida de la liga española, algunos goles de los denominados “tontos” y una fractura en la cara que lo mantuvo inactivo durante varias semanas parecían restarle chances. Pero lo concreto es que el arquero titular durante el Mundial y en los partidos de estas Eliminatorias volverá a dar el presente e incluso ayer era el único futbolista que ya estaba a disposición del entrenador. Todo indica que seguirá siendo el elegido para arrancar el partido ante los ecuatorianos.
Asegurada la participación de Cavallero, el principal candidato a ocupar el puesto que queda vacante es Costanzo. El jugador de River está muy bien considerado por el cuerpo técnico, que estima que puede ser el arquero del futuro durante muchos años. A su favor lo avala una larga trayectoria en juveniles, ya que desde el Sudamericano Sub-17 en Paraguay en 1997 ha participado en diferentes procesos de Selección. Con la mayor, su única experiencia se remonta al amistoso ante Uruguay que sirvió para inaugurar el Estadio Unico de La Plata. Esa noche, Costanzo no se mostró seguro y tuvo responsabilidad en los dos tantos de los uruguayos. Su actualidad marca que está afirmado en la primera de River, pero todavía está lejos de responder a todos los elogios a futuro que se le hacen desde que apareció entre los profesionales.
En un segundo escalón surge la figura de Abbondanzieri. Reconocido a partir de su presente y de los éxitos con Boca, su llamada tampoco tendría un consenso absoluto. Es que si bien evolucionó muchísimo desde que se ganó la titularidad en su club y mejoró su pegada, todavía muestra viejos defectos en las salidas y las pelotas cruzadas. Entre sus puntos favorables hay que contabilizar una gran experiencia en partidos decisivos, con máxima presión, como pueden ser finales de la Copa Libertadores o de la Intercontinental ante el Milan, donde fue clave durante el partido y en la definición por penales. Con 31 años, su única convocatoria fue con Daniel Passarella como entrenador, aunque en aquella ocasión, ante Venezuela, sólo integró el banco de suplentes.
Otros nombres que aparecen en la consideración general como posibles candidatos, pero por el momento no están en lo más alto de la opinión del técnico, son Navarro Montoya u Olave. En más de una ocasión, el actual arquero de Independiente expresó sus ganas de jugar en la Selección para cumplir su sueño, y sustenta esa ilusión con sus tareas en su club. Probablemente sea el que mejor rendimiento está exhibiendo en la actualidad. Además, a eso le suma una gran experiencia, que achicaría el margen de riesgo que puede significar su debut en la Selección. Su gran contra es que, por una lógica cuestión de edad (cumplió 38 años y hace 20 que debutó en primera), difícilmente Navarro Montoya pueda prolongar este presente en el tiempo, pensando en el Mundial de Alemania. El cordobés Olave es otro de los arqueros que se viene destacando en el torneo local. A partir de ese rendimiento se ganó un lugar entre la opinión pública, aunque todavía no convenció al técnico.