Newell’s vivió una gran fiesta sorpresa en el Parque Independencia. Desde que Américo Gallego asumió como entrenador en la tercera fecha, el conjunto rosarino no había ganado en su cancha, y apenas había cosechado una victoria en el torneo, la fecha anterior ante San Lorenzo. Sin embargo, ayer se despachó con una tarea colectiva espectacular que se coronó con una goleada 5-2 ante Gimnasia. Pero para que el combo resultara completo, los hinchas se encontraron con la presencia de Diego Maradona, que saludó desde el campo y recibió una plaqueta en reconocimiento por su paso por el club. Luego vio la gran demostración del equipo desde el palco, junto al polémico presidente rosarino, Eduardo López.
Newell’s, que consiguió una victoria clave para llegar entonado al clásico del próximo domingo ante Central, recién quebró la paridad a los 42 minutos del primer tiempo a través de Guillermo Marino, que recibió un despeje y clavó una chilena al ángulo de Olave. Recién a partir de la ventaja, los rosarinos pudieron imponer su juego, sobre todo por la magistral conducción del colombiano Jairo Patiño, que además anotó dos tantos. En el primero aprovechó un rebote del arquero tras un disparo de Mauro Rosales, y en el segundo venció a Olave con un zapatazo desde 30 metros. El descuento de Licht fue una simple anécdota, ya que dos tiros libres de Rosales, uno con ayuda de la barrera y otro que ingresó limpito, desataron el carnaval. Ni siquiera lo empañó el cabezazo de Goux sobre el final para redondear el resultado definitivo. Es que en Newell’s era todo fiesta, por el juego propio y por la presencia de Maradona.