Sin sobrarle nada, con lo justo y sólo por actitud, Estudiantes venció 1-0 a Racing y, de esa manera, dejó al equipo de Avellaneda bastante lejos de la lucha por el título. Pero sobre todo, la importancia del éxito radicó en que el conjunto de Carlos Salvador Bilardo sumó tres valiosos puntos en la tabla de los promedios para tratar de escaparle a la amenazante zona de la Promoción. El único gol del partido fue conseguido por Rodolfo Aquino. Racing terminó con uno menos por la expulsión de su defensor Leonardo Tambussi a los 10 minutos del segundo tiempo.
Estudiantes tuvo más tiempo la pelota y mostró la actitud necesaria para esta ocasión. En cambio, Racing fue una sombra del equipo que venía con serias pretensiones de meterse bien arriba de las posiciones. Después de un arranque tranquilo, sin emociones, Estudiantes fue el que insinuó ser un poco más agresivo. Le alcanzó con encimar en la mitad de la cancha y marcar muy bien a los posibles generadores de juego de Racing. Y el planteo le resultó bien.
El equipo de Bilardo intentó con el buen manejo de Carrusca por el medio y la velocidad de Lugüercio y Pavone arriba, aunque le costó mucho tener un poco de claridad en los últimos metros. Por su parte, Racing no pudo resolver el jeroglífico que le opuso Estudiantes. Se mostró apático, lento y sin ideas. Para colmo, no entraron nunca en ritmo ni Gastón Fernández ni Mariano González, y así sólo el chileno Mirosevic pudo meter un par de pelotazos desde lejos y muy desviados.
Por eso, no resultó extraño que Estudiantes se colocara en ventaja. A los 34, Aquino le ganó en el salto a Mariano González y metió un frentazo preciso, después de un tiro libre muy bien ejecutado desde la izquierda por Carrusca. A medida que transcurrían los minutos, el trámite se iba tornando cada vez más luchado, sin ocasiones de gol. Claro que ese panorama no preocupó para nada a Estudiantes, que se sintió muy cómodo con ese desarrollo. Sin embargo, en el final, en dos minutos Racing pudo haber empatado el encuentro, primero con un tiro libre de Mirosevic que Herrera controló muy bien, y luego Fernández se lo perdió solito entrando por la izquierda. Así dejó buena parte de sus chances.