Por Pablo San Román
Desde Zurich

Sudáfrica será el país organizador del Mundial 2010, tras ganar ayer la votación del Comité Ejecutivo de la FIFA, que prefirió su candidatura a las de Marruecos, Egipto y Libia. El país ganador obtuvo la mayoría absoluta en la primera vuelta al lograr catorce votos frente a diez de su principal amenaza, Marruecos, mientras que Egipto no tuvo ningún voto. En tanto que Libia fue descalificada a última hora por el Comité Ejecutivo de la FIFA, ya que se negaba a recibir a la Selección de Israel.
El ganador entierra el mal sabor que le dejó la derrota ante Alemania por el Mundial 2006, el 6 de julio de 2000, cuando la candidatura africana partía como favorita y perdió ante la germana en la recta final por 12 votos a 11, tras la abstención imprevista del neocelandés Charles Dempsey.
La FIFA decidió un mes después de aquella amarga derrota sudafricana que la norma futura sería la de la alternancia por continentes en la organización, y el 15 de marzo de 2001 aprobó que ese principio comenzaría con Africa.
Nelson Mandela, ex presidente de Sudáfrica y Premio Nobel de la Paz, estaba entusiasmado, presente junto al arzobispo Desmon Tutú. “Me siento un jovencito de 15 años. Es una victoria muy bella”, dijo el emblema de la nación africana. Esta alegría fue refrendada por los componentes de la delegación vencedora. “Me siento mejor que hace cuatro años”, dijo bromeando Danny Jordaan, director del comité de organización y cabeza visible de la candidatura sudafricana. “Fuimos tenaces y los miembros de la FIFA hicieron realidad el sueño de un país. Ahora no quiero pensar en el proyecto y el futuro, sólo disfrutar”, explicó Jordaan.
Si para Sudáfrica la segunda fue la vencida, Marruecos cosechó su cuarto intento fallido consecutivo, después de presentar por primera vez su candidatura para el Mundial de 1994, cuando fue derrotado por Estados Unidos por un voto. El país magrebí, al verse desplazado en las previsiones en favor de Sudáfrica, quiso plantar batalla contratando al estadounidense Alan Rothenberg y trayendo a Zurich al ex primer ministro español Felipe González, al presidente senegalés Abdoulaye Wade y al príncipe Moulay Rachid. Pero Sudáfrica respondió desplazando a Suiza a Mandela que, ante el ataque final de Marruecos, desatendió los consejos de los médicos y arrimó el hombro en Suiza por la causa sudafricana.
La derrota marroquí no fue aceptada por un periodista de este país, que acusó a Blatter de no amar a Marruecos, lo que fue respondido con dureza por el presidente de la FIFA. “El Fair Play tiene que estar presente. Es una afirmación vana que no acepto. Soy el presidente de todos y no tengo preferencias”, dijo Joseph Blatter. Lo curioso es que a pesar de que el titular de la FIFA calificó la elección como un “triunfo de Africa”, todos los miembros africanos que votaron ayer lo hicieron por Marruecos.