Tras diez fechas sin victorias, a Néstor Gorosito se le había acabado el crédito, por lo que si San Lorenzo no superaba a Colón, el ciclo del técnico llegaría a su fin. Y para semejante parada, el entrenador de San Lorenzo apostó por una formación plagada de juveniles. De arranque, quedó clara la intención ofensiva con que salieron a jugar. Sin embargo, el ímpetu de los chicos duró muy poco, ya que con prolijidad y buen traslado, Colón se adueñó de la pelota y no pasó sofocones. Pero la tibieza de los santafesinos sólo alcanzó para eso. De atacar y generar situaciones de peligro mejor ni hablar. Por eso, el juego se tornó monótono, sin emociones y casi sin chances de gol. La mejor fue una entrada de Luna, pero su remate salió desviado por el primer palo.
Distinto fue el panorama en la segunda mitad. San Lorenzo se mostró mucho más profundo, con más predisposición a partir del ingreso de Román Díaz. Y esa insistencia tuvo su respuesta casi inmediata. Cuando se cumplían diez minutos, Capria sacó un potentísimo tiro libre que se clavó abajo, al palo que debía cubrir el arquero Tombolini. El tanto fue un desahogo. Con la ventaja, el conjunto de Gorosito manejó el desarrollo ante un adversario que no salía de su apatía. Por eso no resultó extraño que San Lorenzo sacara otro tanto de diferencia, luego de una gran maniobra de Díaz, que habilitó a Montillo para que el volante anotara con un remate violento. Allí se acabó el partido, ya que San Lorenzo se aferró con todo a esa victoria tan postergada y Colón no tuvo respuestas ni anímicas ni futbolísticas para revertir la situación. Así completó una nueva salida de Santa Fe sin puntos.