No parece ser casual. A sólo un día de que el Comité de Seguridad se reúna con la prioridad de evaluar y decidir si, a raíz de la detección de entradas falsas en el último superclásico, suspende o no la Bombonera para los próximos partidos locales e internacionales que debe disputar Boca, el presidente del club, Mauricio Macri, y el vicepresidente, Pedro Pompilio dieron la versión oficial sobre el escándalo, que salpicó al secretario general del club, Luis Buzio, detenido y luego liberado por el juez de instrucción Mariano Bergés, por presuntos manejos irregulares en la entrega de entradas. Según los directivos, Boca “ha sido víctima de una estafa, cuya magnitud aún no ha sido establecida” y no habría directivos del club involucrados.
La premura de Boca por ofrecer su versión de los hechos tiene una explicación. Durante la jornada de ayer creció el rumor de que el Comité de Seguridad planea para hoy la suspensión del estadio boquense. “Junto al Comité de Seguridad, Boca intentó organizar y prevenir que no llegase cantidad de gente sin entradas legalmente compradas a las cercanías del estadio. Obviamente, no es lo que sucedió. Hubo miles de personas alrededor del estadio que no tenían entradas o las tenían falsas y hasta burdas”, manifestó Macri.
Acerca de la posible suspensión de la Bombonera, Pompilio consideró que “todavía no es una decisión tomada” y adelantó que esa medida no le parece “correcta” y, a su criterio, sería “una injusticia”.
Macri explicó que el sistema de entradas de Boca imprime un código que hace imposible que una entrada falsa consiga pasar el molinete, “salvo cuando, burlando los controles policiales, la gente se junta en cantidades y atropella” a los controles. A propósito de los incidentes que produjeron los hinchas de River que con entradas oficiales no pudieron ingresar a las tribunas visitantes, el empresario manifestó que desde el partido Boca-Talleres su club manda a imprimir las entradas visitantes en la AFA, aunque con “resultados peores” en términos de evitar falsificaciones. “Mucha gente de River no pudo entrar, debido a que la tribuna estaba cubierta con gente que había ingresado con entradas falsas”, apuntó el directivo.
En cuanto a las entradas de que habrían dispuesto los reconocidos barrabravas boquenses fotografiados en las tribunas, a las que accedieron sin ser socios, Macri explicó: “Boca dispuso 10.823 entradas populares para visitantes y 2279 populares locales, que no salieron a la venta por ser absolutamente insuficientes”, por lo que fueron vendidas por el club “a través de las agrupaciones, los directivos, los pedidos de autoridades del barrio, cuerpo técnico, jugadores y empleados del club”.
El club explicó que, ante la evidencia del delito, Boca realizó la denuncia penal correspondiente, que amplía las que Boca venía haciendo desde el partido entre Boca y Cruz Azul, en 2001. “Como nunca percibimos gente vendiendo entradas falsas, de todo tipo. Esto es lo que ha sucedido.”
–¿A quiénes responsabiliza Boca por esta estafa de la que usted habla? –preguntó Página/12 a Macri.
–Esto viene sucediendo, pero como no hay una acción por parte del Estado para desmantelar esas organizaciones que falsifican entradas, se ve que se van cebando y cada vez hacen más. Ya no sólo las nuestras, sino también las de AFA. Acá se mueven muchos intereses y por eso nosotros tratamos de hacer nuestra propia inteligencia, un juego de gato con ratón, cuando no debería ser de esta manera. El sábado mismo sacamos una solicitada pidiendo a la gente que no compre entradas en las cercanías del estadio, porque son falsas; también hay negligencia por parte de la gente.