Por S. F.
Desde París

¿Bajarse los pantalones puede desatar la revolución en el tenis? Quizá sí, porque fue la exhibición de su trasero lo que impulsó al ruso Marat Safin a denunciar que “están destruyendo” al deporte, que alguna vez dominó como número uno del mundo.
“Toda la gente que controla este deporte no tiene ni idea. Es una pena que el tenis se vaya por el sumidero. Es realmente una pena”, dijo un desatado Safin ayer, tras recibir una sanción por bajarse los pantalones en su partido ante el español Félix Mantilla. El inusual incidente se produjo en la tarde/noche de jueves. Safin sacaba 4-2 y 30-0 en el quinto set, y tras ganar un punto extraordinario con un contradrop en la red, no tuvo mejor idea que celebrarlo bajándose los pantalones ante el desconcierto, primero, y la hilaridad del público, luego. Carlos Bernardes, el juez de silla, ya le había hecho una advertencia por “abuso de raqueta”, y ante la bajada de pantalones del ruso decidió quitarle un punto.
Safin ganó finalmente el partido, completado ayer, pero en su rueda de prensa pareció por momentos que se lo llevaban todos los demonios: criticó a Bernardes y al supervisor Mike Morrisey, y lanzó un largo discurso pidiendo rápidos y drásticos cambios en el tenis. “Están quitando la diversión. ‘No puedes hacer esto’, ‘no puedes hablar con quien quieras hablar’... No puedes hacer muchas cosas. Y esto va siendo peor, peor y peor. No sé dónde vamos a terminar. No puedo seguir con esto, debe haber un cambio radical, y espero que sea pronto”, continuó.
Hace un mes, el alemán Rainer Schuettler fue sancionado durante el torneo de Montecarlo al tomar una fotografía de una discutida marca tras el pique de la pelota. Era su forma de protestar. Safin eligió bajarse los pantalones y, luego, hablar. Sus palabras generaron incomodidad en el torneo. La ATP, máxima responsable del tenis masculino, evitó hablar alegando que se trataba de un asunto de la Federación Internacional de Tenis (ITF). La ITF, a su vez, dijo que quien debía hablar era el comité de los Grand Slam. Lo que está claro es que Safin fue multado. Su bajada de pantalones se enmarca en el apartado “q” del reglamento, “conducta antideportiva”, que contempla multas de hasta 10 mil dólares. La más alta impuesta en los cuatro primeros días del torneo fue de 3 mil dólares, al sudafricano Wayne Ferreira. “Será sin dudas una cantidad considerable”, dijeron a DPA fuentes de la ITF. Horas más tarde, la “cantidad considerable” se resumía en 500 euros por “abuso de raqueta”.
A Safin, dueño de una fortuna de decenas de millones de dólares, la multa no le hace ni cosquillas. Pero sus palabras, de brutal franqueza, abrirán una nueva discusión en el tenis. Eso sí, ni él sabe por qué se bajó los pantalones: “No sé por qué. Porque sí. Lo hice, sencillamente pasó. Es entretenimiento, lo que tratas es de divertir”.