Crece la polémica en torno de la disputa del primer superclásico de la historia del fútbol argentino sin público visitante. Unos 300 hinchas de River protestaron ayer frente a la AFA por lo que consideran “una prohibición arbitraria”, mientras que el plantel y el cuerpo técnico de River calificó la disposición como “una barbaridad”, mientras que en Boca no todos se mantuvieron fieles a la filosofía establecida por el presidente Mauricio Macri de jugar sin visitantes. La ola de protestas creció tanto que el Comité de Seguridad en el Fútbol, que dirige Javier Castrilli, emitió un comunicado deslindando responsabilidades.
Para poder jugar por la noche y responder a los compromisos sellados por la televisión, Boca y River accedieron a la oferta del Comité de organizar los partidos, mañana en la Bombonera y el jueves próximo en el Monumental, sin público visitante.
Boca puso en venta las entradas sólo para socios, que deben abonar un adicional de 7 pesos. La Bombonera tiene capacidad para 57.200 espectadores: Boca cuenta con 56 mil socios activos y 10 mil vitalicios. También salieron a la venta 2700 plateas que, en principio, estaban destinadas a los hinchas de River. En el Monumental, además, se vendieron entradas para el partido del jueves 17, con la diferencia de que cada socio puede adquirir otra para un invitado.
Roberto Abbondanzieri fue uno de los jugadores de Boca que criticó la medida. “Es una vergüenza –dijo el arquero–. El mundo entiende que un Boca-River es el espectáculo que cualquier persona quiere ver y es lamentable que no pueda organizarse como corresponde.” Javier Villarreal opinó que “es un problema que la gente no pueda ir a ver a su equipo favorito”. Barijho y Vargas, prefirieron argumentar que sólo escuchan “a los hinchas de Boca, que en la Bombonera siempre son más”.
En River, Astrada calificó la medida como “una locura” porque “se pierde el folklore del fútbol” y Marcelo Gallardo opinó que el partido de mañana será de “once riverplatenses contra 50 mil boquenses”. Los hinchas que se llegaron a la AFA, liderados por Darío Santilli, vocal titular de la CD del club, cortaron el tránsito, tiraron bombas de estruendo y le entregaron un petitorio al dirigente José Luis Meiszner, pidiendo el ingreso de los visitantes y “arbitrar medidas idóneas a fin de garantizar la seguridad de los espectadores”. “Lo que estamos defendiendo es el derecho de todos los hinchas de fútbol a seguir toda la campaña de sus equipos”, sintetizaron ante Página/12.
El Comité de Seguridad aclaró que las condiciones del partido se fijaron después de un pedido de los clubes, y que las aceptó “habida cuenta de que el nivel de conflictividad se reduce notablemente”.

Informe: Leonardo Castillo.