Esta vez la historia no se repitió. Instituto se tomó revancha de aquella promoción que cuatro años atrás le costara la categoría y, en esta oportunidad, derrotó 2-0 a Almagro en Córdoba para volver a Primera División. El equipo de Rivoira se impuso con un gol de oro en una disputada final que tuvo un trámite muy cambiante e intenso. El conjunto de Villa Raffo deberá ahora disputar frente a Huracán de Tres Arroyos la chance de un segundo ascenso.
En los primeros minutos, Instituto tomó la iniciativa del partido e intentó jugar en campo rival. Los cordobeses comenzaron a tirar pelotazos cruzados a las espaldas de los laterales visitantes con el propósito de generar situaciones de peligro. Así fue como llegó el primer gol del partido. A los 16 minutos, tras ganarle la posición a Di Benedetto, Peralta se proyectó por la izquierda hasta la línea final, tiró un centro que Raymonda aprovechó para marcar el primer gol del partido y establecer la igualdad en el resultado global. A partir de entonces, el elenco local ganó en confianza y se hizo dueño del desarrollo. En el primer tiempo, Instituto fue superior ante un adversario que no encontró el rumbo.
El trámite del partido en el reinicio pareció no presentar cambios. Hasta que a los 12’ el árbitro Daniel Raffa expulsó a Peralta e Instituto se quedó con diez. Almagro sacó provecho del hombre de más y se adelantó más en el campo para recobrar protagonismo en el juego. Al final, Carrera tuvo una clara posibilidad de gol para Almagro y luego Boyero tuvo otra para Instituto. Y así terminó el tiempo reglamentario de una final muy disputada que tuvo un tiempo para cada uno. Pero al minuto del alargue, en una jugada muy parecida a la del primer tanto del partido, Castro picó por la izquierda y Riggio la empujó. Con ese gol de oro, Instituto logró el ascenso y se desquitó del equipo que en el 2000 lo mandó a la B Nacional. Porque con ese gol Instituto volvió a la gloria.