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› VENCIO 4-2 A URUGUAY EN EL CIERRE DE LA FASE INICIAL DE LA COPA AMERICA
La Argentina logró una victoria clásica
Con goles de Cristian González (de penal), dos de Figueroa y Ayala, el equipo nacional consiguió doblegar a un duro rival, que jugó una hora con un hombre de menos. Ahora, en cuartos, espera Perú, el sábado, en Chiclayo.
Como no había ocurrido contra México, la Argentina tuvo anoche la suerte que merecía, aunque debió aguardar hasta el minuto 80. Sucedía algo muy lógico: Uruguay se quedó con un hombre menos faltando diez minutos para terminar el primer tiempo (cuando Joe Bizera se fue después de su segundo foul sobre D’Alessandro) y tres minutos después empató 2-2 con ese remate cruzado de Vicente Sánchez que sorprendió a Abbondanzieri.
En el entretiempo, Fossati y sus jugadores sacaron cuentas y entendieron que el empate, en esas circunstancias, era un triunfo, especialmente porque conseguían retener la segunda posición dentro del grupo. Y entonces Uruguay renunció a jugar el segundo tiempo: Forlán quedó solo en la delantera, esperando que le llegara alguna pelota, mientras sus compañeros esperaban refugiados en su campo.
De esa manera, en ese complemento, el protagonismo argentino fue total. Controló la pelota, el campo, dispuso de las únicas situaciones de gol del período (Uruguay tuvo tres en el primer tiempo, y aprovechó dos), pero recién con un cabezazo del capitán Ayala pudo resolverlo.
Ya había logrado desentrañar la trampa del primer tiempo, cuando antes de los 10 minutos –también como contra México– estaba en desventaja. No había hecho pie en la cancha cuando Ayala cometió una falta en tres cuartos, el centro fue rechazado de cabeza por Clemente Rodríguez, de cabeza, hacia la izquierda, y allí Estoyanoff la paró de pecho y sacó una volea de derecha que cayó llovida al segundo palo, a la espalda de Abbondanzieri, que aguardaba en el primero.
Los fantasmas del partido contra México se reavivaron, pero el equipo de Bielsa los disolvió en dos minutos. Primero se hizo dueño de la pelota con la cadencia elogiable del toque y la circulación, cuando Mascherano se apropió del medio, Lucho González se despertó y D’Alessandro obligó a los volantes uruguayos a bajarlo empleando la pierna recia, que abundó en el partido.
Una de esas piernas mal puestas, la de Darío Rodríguez, detuvo a destiempo la gambeta de César Delgado dentro del área. Penal, que Cristian González transformó en el empate con un fuerte remate bajo. No había encajado Uruguay el sentido de la igualdad cuando Delgado volvió a hacer de las suyas, un minuto después. Lucho González conectó defectuosamente el centro, pero el arquero Barbat no pudo contener la pelota ante la arremetida de Figueroa y el centrodelantero terminó empujándola al arco vacío.
Entre ese segundo gol y los primeros 15 minutos del complemento, la Argentina mostró lo mejor del encuentro, con muchas llegadas y una superioridad que solo faltaba plasmar en el marcador para asegurar el segundo puesto del grupo. Delgado buscaba una y otra vez la cabeza de Figueroa (al que Bielsa incluyó por Saviola desde el arranque buscando más potencia ofensiva) y el Kili González se cansaba de sacar disparos de larga distancia.
El entrenador se la jugó en el último cuarto, mandando a la cancha a Tevez para asociarlo con D’Alessandro y luego a Saviola. Y de un corner de D’Alessandro llegó el cabezazo neto, salvador. En el último minuto, Figueroa aseguró el resultado con un toque corto en el área chica.
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